Ciudad Madero, Tamaulipas.- Altamira es calificado como el municipio más violento en contra de la mujer, debido al nivel de agresividad que se ha registrado en contra de las víctimas y porque existen más zonas vulnerables, con poca o nula vigilancia y falta de atención por parte de las autoridades.
La Lic. Nury Santiago Romero, activista en pro de los derechos de la mujer, niños niñas y adolescentes, puntualizó lo anterior, al hablar sobre los casos de violencia familiar y en contra de las mujeres, señalando que aunque en la estadística general del sur de Tamaulipas, Altamira no tiene el mayor número de casos, estos son más agresivos.
Dio a conocer que Tampico presenta mil 708 casos de denuncias por violencia familiar; Altamira 719 y Madero 480, sin embargo en Tampico no se presenta el nivel de violencia ejecutada como lo es el municipio altamirense.
“Es lamentable la violencia que se da en nuestra zona conurbada, y que últimamente vemos que se da más en los jóvenes y lo peor, papás solapando porque no le dicen que asuman su responsabilidad, los encubren y están creando un sujeto activo delictivo más grande, por lo que esto conlleva a que la violencia aumente, pues ahora es más agresiva y más vista”, dijo Nury Romero.
Para evitar la violencia de género, es necesario la participación de todos, consideró la licenciada activista, tanto instituciones, dependencias, juzgados, fiscalías, el foro litigante, y sociedad en su conjunto.
AUTORIDADES HAN QUEDADO A DEBER: NURY ROMERO
En lo que se refiere a las autoridades, reconoció que éstas han perdido mucha credibilidad, pues de qué sirve que se tenga un marco legal completo para la aplicación de sanciones penales, si los responsables no lo aplican.
“Tenemos casos en los que el Sistema DIF altera información que llega a perjudicar a niños, niñas, adolescentes y mujeres, en lo que respecta a los institutos de la mujer, no hacen bien su trabajo, porque no se puede seguir capacitando a las mujeres para que tejan pulseras o borden manteles, esto debe cambiar”, dijo.
Propuso que el los institutos de la mujer debe realizar convenios con empresas del sur de Tamaulipas, para que se capacite a la mujer y se le de un empleo con una buena remuneración y que genere recursos fijos, señalando que “si no hay economía, no hay autonomía”.
En cuanto a las sanciones, recriminó al poder judicial que no existan sentencias en casos de feminicidio que tienen hasta 8 años en proceso, además de que a dos años de establecerse la Violencia Vicaria, ni un solo proceso ha sido judicializado.
Exhortó a las autoridades a establecer mecanismos reales para la ejecución de sanciones y la prevención del delito desde la escuela de nivel básico para que se fomente el respeto en los niños y niñas y en un futuro poco a poco se reduzca el nivel de violencia y no que aumente cada año.