Llegaron para desplazar a la parte más tradicionalista de Televisa a la llegada del actual milenio: con la muerte de Emilio Azcárraga Milmo, «El Tigre», y la asunción plena de la presidencia del emporio por parte de su hijo, el actual dueño del gigantesco corporativo, éste decidió jubilar literalmente a la parte más tradicionalista del periodismo hecho en esa casa, y que encabezó por décadas el legendario Jacobo Zabludovsky, con el fin de su noticiario estelar, «24 Horas», y de toda una época en la empresa.
De inmediato, el formato del informativo nocturno cambió drásticamente y se volvió mucho más dinámico, con la colocación del entonces ascendente y exitoso comunicador matutino, Guillermo Ortega, al espacio que desde entonces se llamó «El Noticiero», pero ya desde aquel tiempo Emilio Azcárraga Jean y su consejo de administración emprendían el reclutamiento esencial de personajes procedentes de otras empresas: Joaquín López Dóriga, que había transitado ya por ahí lo mismo que por la desaparecida Imevisión y por el equipo de Pedro Ferriz en MVS, volvió para hacer, en un inicio, su programa «Chapultepec 18», que es con el que termina ahora, precisamente.
Al comediante Víctor Trujillo, mejor conocido por su personaje de «Brozo», y quien había alcanzado fama en Imevisión y Televisión Azteca, se lo llevaron arrebatado prácticamente de CNI Canal 40, donde alcanzó notoriedad al incursionar en una nueva faceta de comunicador con un exitoso noticiario matutino: «El Mañanero», cuyo equipo se pasó casi completo a Televisa.
Ya en ese mismo lapso la propia empresa comenzaba a reposicionar a una Adela Micha que había formado parte, al interior de Televisa, del equipo de Ricardo Rocha, quien presentó su renuncia como protesta enérgica porque no le dieron el espacio dejado por Guillermo Ortega, quien había dimitido, también molesto, por un castigo al ser enviado a «la congeladora» dos semanas, provocando además toda una revolución: al ser colocado López Dóriga en «El Noticiero», se fue igualmente inconforme Abraham Zabludovsky, y en solidaridad con éste, su padre, Jacobo.
Pero la escisión simultánea de cuatro monstruos del periodismo en Televisa fue suplida con una vuelta de tuerca en el mismo plano avalada por Azcárraga Jean, quien llegó a tener entre sus fichajes, aunque sin exclusividad, pero juntos, a dos egresados de su eterna competencia y que, merced a su trabajo en la radio con Pedro Ferriz De Con, gozaban ya de buen prestigio: Carmen Aristegui y Javier Solórzano.
Así, el nuevo rostro de lo que se convirtió en «Noticieros Televisa» fue tomando una forma bien definida: la pieza que acompletó las fichas fue Carlos Loret de Mola, a la sazón joven corresponsal que llegó para ocupar un espacio donde se había calado, junto a Leonardo Kurchenko, a Adela Micha, quien incluso estuvo haciendo reality show.
Pero las mismas razones que permitieron a la Micha, López Dóriga y Loret De Mola desplazar a Lolita Ayala, Zabludovsky y Rocha, y a Kurchenko, respectivamente, son las que por esas ironías del destino ahora dejarán a los dos primeros fuera de Televisa, ya que este primer día de diciembre el área de prensa del corporativo ha oficializado su salida para el mes de enero, y junto con ellos las de Victor Trujillo y otros tres periodistas que tuvieron, ya en este nuevo milenio, un lugar privilegiado en la barra informativa nocturna de su principal señal, el canal de «Las estrellas».
En un comunicado difundido poco antes del mediodía de este jueves es que así lo dieron a conocer vía Twittter, y de esa forma se hace público el cierre de todo un ciclo informativo, aunque mucho menor que el anterior, y con la paradoja de que el noticiario estelar descendió sus índices de audiencia al nivel de «Hechos», de Azteca, según lo ha informado la revista Forbes México en su sitio de internet este mismo jueves.
Paradójicamente también, ahora ya tienen una nueva competencia real que está captando una parte importante de la audiencia nacional: el canal de televisión abierta «Imagen», donde cuentan como titular del noticiario nocturno a un Ciro Gómez Leyva que llegó a ser colaborador semanal de Televisa aún estando en Milenio, mientras que Pedro Ferriz De Con, quien pudo ser contratado en su mejor momento y de hecho «pidió mano» hace diecisiete años, vive ya una época decadente en cuanto a credibilidad y presencia en medios.