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Opinión

El payaso de Alito 

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Primero que nada ojalá que  Alejandro Moreno Cárdenas, le baje al botox, se le pasó la mano, ya parece un muñequito mal hecho de Tepito, y en segunda, díganle que no sea payaso.

“Estoy dispuesto a todo, ténganlo claro, no se equivoquen con el PRI, hasta dar mi vida por defender a México y a los mexicanos”, esa locura dijo Alito, luego de enterarse que la Fiscalía General de Tabasco quiere desaforarlo.

¿Ahora se cree el mártir del nuevo México? No sea mamón, “hasta dar mi vida”, no, nada de eso, más muertos en el fallido obradorismo engaña bobos ya no queremos, mejor que renuncie a su curul, a su cargo como dirigente del gran Partido Revolucionario Institucional (PRI),  y enfrente la ridícula batalla de Layda Sansores y Morena, pero no me venga con que “hasta dar mi vida”, ridículoooooo.

Si alguien tiene la culpa de que Morena pretenda instaurar una dictadura son los priístas; ellos los hijos de Andrés Manuel por la vía  legal y democrática que ahora pretenden destruir llegaron al poder justamente llenos de odio y rencor para perseguir a sus opositores, pero el PRI tuvo la culpa, porque antes de que Morena y Andrés Manuel López Obrador llegara con toda su camarilla, los priistas tuvieron la oportunidad de hacer las cosas bien para quedarse por décadas, sin embargo, no fue así.

Ojalá que Alejandro Moreno, no se una al gran circo, suficiente con el payaso que tenemos en Palacio Nacional, como para que este tabasqueño se comporte como el de Macuspana, porque si muy fiero es Alito, que enfrente la cuarta destrucción como cualquier mortal, sin fuero, sin dinero público, sin escoltas, ni camionetonas financiadas por su cargo político electoral; que no venga de mártir, más payasos no queremos.

Eso si tiene razón Alito, así como él, cientos de mexicanos no esperan nada de Morena y sí, añoran que el PRI recupere su estatura, esa grandeza que hizo de México una gran nación, un partido que forjó instituciones, desarrolló progreso, pero urge, y puede empezar con la renuncia del señor Amlito.

En la intimidad… El Rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), Guillermo Mendoza Cavazos, presidió la Entrega de Reconocimientos a la Trayectoria Docente al personal académico del Campus Tampico y de Ciudad Mante que han cumplido hasta 50 años de labor ininterrumpida al servicio de la máxima casa de estudios de Tamaulipas. 

En el marco de la Asamblea Universitaria Solemne desarrollada en el Aula Magna “Herman Harris Fleishman” del Centro Universitario Tampico-Madero el Rector Guillermo Mendoza Cavazos dijo que para la Universidad es importante reconocer la labor y el compromiso de sus docentes que han dejado toda una vida en las aulas universitarias para formar generaciones de excelentes profesionales.

Bueno… es una pena que no todos hayamos resultado “excelentes profesionales”, pero bien, felicidades a todos ellos y muchas gracias por su entrega ¡viva la UAT!

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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Opinión

La educación como acto de resistencia

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Dicen que ser maestro es una de las pocas profesiones que toca el futuro. Los docentes, con paciencia y vocación, moldean generaciones sin pedir nada más que respeto a su trabajo. Por eso, lo sucedido esta semana en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) es más que un acto institucional: es un gesto de justicia, un tributo a la constancia y al compromiso inquebrantable con la formación de seres humanos.

La UAT celebró la Asamblea Universitaria Solemne para rendir homenaje a 165 profesores que han dedicado de 15 a 45 años de su vida al servicio académico. El rector Dámaso Anaya Alvarado, con palabras sinceras y tono reflexivo, reconoció que la universidad no sería lo que es sin sus maestras y maestros. Y tiene razón. Las aulas no se sostienen por las paredes, sino por las ideas, la pasión, el método y la ética de quienes imparten conocimiento.

El evento, realizado en el Gimnasio Multidisciplinario Victoria, no fue solo un encuentro de discursos. Fue un reconocimiento palpable: diplomas, medallas y estímulos económicos otorgados conforme al acuerdo establecido desde 2022 con el Sindicato Único de Trabajadores Académicos de la UAT (SUTAUAT). Pero más allá del protocolo, lo importante fue ver cómo hombres y mujeres que comenzaron en esta noble profesión hace décadas, aún mantienen la llama encendida. Entre ellos, el Dr. Fidel Infante Rodríguez, docente de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, recibió una distinción especial por sus 31 años de servicio. Investigador, ejemplo de liderazgo y generador de proyectos con impacto social, como la entrega de miles de tapas de huevo a centros infantiles universitarios, Infante es muestra viva de cómo la vocación no se desgasta, se renueva.

También hubo un momento para el silencio respetuoso y la memoria: se rindió homenaje póstumo al Dr. Juan Plutarco Arcos Martínez, de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales Victoria. Tres décadas formando juristas, impulsando cambios en el sistema judicial de Tamaulipas y acompañando con tutoría a cientos de jóvenes. Su legado no termina con su ausencia; permanece en cada palabra que sembró.

La ceremonia, que reunió a directivos, estudiantes, familiares y representantes sindicales, tuvo algo que a veces falta en los grandes eventos: emoción genuina. Porque no se trató de una entrega de reconocimientos por cumplir años, sino por resistir, por mantenerse de pie, por seguir enseñando en un país donde la docencia muchas veces se ejerce en condiciones adversas.

Reconocer a quienes enseñan no es un acto simbólico. Es una forma de recordarnos como sociedad que la educación es un arma poderosa, quizás la más poderosa, para combatir la desigualdad, la violencia y la ignorancia. Y que quienes se dedican a enseñar no lo hacen por moda, sino por una convicción profunda que les permite influir para bien en la vida de otras personas.

En un contexto nacional donde la academia enfrenta recortes, burocracia y desprecio institucional en algunos niveles, lo hecho por la UAT es digno de replicarse. Porque cuando una universidad respeta a sus docentes, también respeta a su comunidad y apuesta por su futuro.

**En la intimidad**

En otro plano, pero igualmente relevante para el futuro de Tamaulipas, el secretario de Desarrollo Energético, Walter Julián Ángel Jiménez, sostuvo un encuentro con representantes de la Agencia Francesa de Desarrollo. El tema: biocombustibles. La visión es ambiciosa, pero clara: transformar el sector energético del estado con proyectos que permitan la producción de Combustible de Aviación Sostenible (SAF).

Consciente del potencial energético de Tamaulipas, Ángel Jiménez expuso las riquezas naturales y capacidades instaladas que podrían colocarnos como punta de lanza en la transición energética del país. No se trata de sustituir lo que ya existe, sino de evolucionar sin comprometer la demanda local ni los recursos. La meta es crear un modelo de participación donde todos —gobierno, iniciativa privada, sociedad— ganen.

Los franceses, por su parte, no llegaron a improvisar. Entendieron la complejidad del reto y, más importante, el valor de la voluntad política detrás del impulso a estos proyectos. Con líneas de seguimiento claras, esta reunión podría marcar el inicio de una colaboración histórica que no solo mejore la economía estatal, sino que contribuya al compromiso global por la descarbonización.

Así, mientras unos enseñan desde el aula y otros diseñan el futuro energético desde una oficina, Tamaulipas avanza. Silencioso, sí, pero con paso firme. Porque el verdadero cambio no se hace con discursos, sino con trabajo constante y bien dirigido.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect608

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El arte de nuestras raíces

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Por: Zaira Rosaszairosas.22@gmail.com

En medio de Cuautlancingo, Puebla, se esconde un lugar único para deleitar todos
los sentidos, su nombre es Macuitl Molino, un restaurante creado por el Chef
Gustavo Macuitl y Leticia Paleta en 2020, desde entonces este espacio ha sido
punto de encuentro para quienes disfrutan profundamente de la buena comida y
sobre todo de sabores originales que provienen del contacto directo con la
naturaleza.
El espacio está rodeado de áreas verdes, la decoración hace alusión al maíz que
es uno de sus ingredientes principales en cada platillo. La comida que se prepara
en el lugar es tradicional de México, principalmente del sur del país, hay quienes
han pensado que se centra en Oaxaca pues en el menú hay tlayudas, chapulines
y el quesillo es fundamental en algunas de sus preparaciones como las
quesadillas, todo elaborado al momento y de manera orgánica.
Sin embargo, la realidad es que el lugar adquiere sus sabores desde la región de
volcanes cerca de Puebla, donde el Chef Gustavo creció entre los cultivos que
ahora cuida en conjunto con su familia para dar vida a una variedad de obras de
arte que pueden degustarse en diversas presentaciones. En Macuitl Molino hay
opciones para todos los gustos, encontraremos platillos con proteína animal pero
también hay algunas opciones vegetarianas, de igual forma en cada propuesta
además de sabores únicos veremos colores para deleitar también la pupila.
Como mencioné antes, este lugar es para disfrutarse con todos los sentidos, el
más evidente es el gusto que se expande con cada bocado, pero también está
presente el tacto en la diversidad de texturas, el olfato además de invitarte a
adentrarte en la cocina del lugar nos conecta con costumbres ancestrales pues en
momentos se percibe el humo de lo tradicional y el incienso.
En cuanto a lo visual además de los colores de los platillos podemos disfrutar de la
decoración del espacio y sus áreas verdes que nos acercan a lo natural de cada
uno de sus productos. Al revisar el menú encontraremos originalidad desde sus
bebidas donde los preparados van mezclados con plantas típicas y los vasos
decorados con escarcha de Totomoxtle o flores comestibles.
El arte de la gastronomía no ha pasado desapercibido para otras personas que se
adentran en Cuatlancingo desde otras regiones o incluso países, en mi visita fue
inevitable preguntar al comensal de junto, proveniente de otro país cuál era el
platillo que degustaba pues además de ver el colorido en su plato era notorio el
disfrute de su sabor, de inmediato me recomendó ordenar el mancha manteles
pues la suavidad de la carne y la mezcla con la salsa de un mole dulce era
inigualable.

Lo mismo han opinado influencers de la gastronomía y a lo largo de sus 5 años el
lugar ha obtenido distintos reconocimientos por su fusión de sabores, no me
extrañaría que próximamente escuchemos el nombre del lugar a la altura de otros
grandes espacios pues sin duda desde mi experiencia cada bocado fue una
expansión de cada sentido.
Considero que estos son los lugares que debemos compartir y difundir pues
además de honrar nuestras tradiciones completan círculos familiares como me
compartió el mismo Gustavo, pues así aprovecha al máximo y de manera justa el
trabajo agrícola que se realizaba desde tiempo atrás en su familia y resalta el
amor por la cocina típica que heredó de su madre, solo que ahora no se queda
únicamente en las mayordomías, sino que lo comparte al mundo para que más
personas disfruten de la diversidad gastronómica de México.
Macuitl Molino es un ejemplo de creatividad, pero también pasión pues aún
después de 5 años en servicio y con buenas recomendaciones, Gustavo y cada
una de las personas que colaboran en el lugar son sumamente amables, procuran
que la experiencia de cada comensal sea una invitación a volver pues algunas de
sus propuestas cambian conforme la naturaleza nos ofrece nuevos ingredientes
según la temporada. Así si un día se encuentran por este espacio buscando donde
comer, no duden en visitarlo.

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Conocimiento, transparencia y salud pública

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Tamaulipas necesita menos discursos bonitos y más acciones bien fundamentadas, como las que esta semana marcaron un precedente de gran valor público. La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) y la Auditoría Superior del Estado (ASE) firmaron un convenio de colaboración que no debe pasar desapercibido, no solo por su valor institucional, sino por lo que representa para la sociedad tamaulipeca.

Encabezada por el rector Dámaso Anaya Alvarado y el auditor Francisco Antonio Noriega Orozco, esta alianza se convierte en una herramienta de transformación real, no solo para formar profesionales capaces, sino también para empujar desde la academia una auténtica cultura de legalidad, transparencia y rendición de cuentas. En un estado donde la opacidad ha sido, históricamente, el camino más corto para el poder, este tipo de acuerdos representan una ruptura con la costumbre.

La UAT no solo busca formar técnicos o profesionistas, sino individuos con pensamiento crítico y compromiso ético. Esa es la diferencia entre instruir y educar. Y si la Auditoría Superior del Estado tiene claro que varios de sus cuadros más valiosos egresaron de la máxima casa de estudios tamaulipeca, entonces es momento de devolverle a la universidad el lugar que merece como motor del cambio estructural.
Este convenio tiene, además, una dimensión profundamente social.

En un estado golpeado por décadas de mala administración, de corrupción y de simulación burocrática, resulta alentador ver que dos instituciones tan importantes deciden unir esfuerzos para mejorar la calidad del servicio público. Porque aquí se trata no solo de eficientar, sino de humanizar la función pública.

Y si de buenas señales hablamos, vale la pena subrayar lo dicho por Dámaso Anaya: este no es solo un acto jurídico, sino un ejercicio de confianza mutua. Ojalá esa confianza se traduzca en resultados tangibles, porque Tamaulipas necesita más instituciones fuertes y menos figuras decorativas.

En la intimidad… La política se viste de coherencia cuando el discurso ambientalista no solo se pregona, sino se legisla. En este contexto, el diputado local Pepe Schekaiban dio un paso significativo al presentar una iniciativa de ley para eliminar el uso de desechables no biodegradables dentro del Congreso del Estado.

El legislador panista fue claro: si los cambios no empiezan en casa, difícilmente podrán exigirse afuera. Y tiene razón. Su propuesta, ya aprobada por el pleno, no solo plantea eliminar plásticos y unicel del recinto legislativo, sino que pretende generar una cultura de sustentabilidad que permee en todas las instituciones públicas.

Más allá de la retórica, el diputado Schekaiban entiende que las leyes deben ser el reflejo de una voluntad real de transformación. Su propuesta apunta a un cambio cultural, lento pero necesario, que nos obligue a pensar en el futuro desde las decisiones del presente. Porque hablar de sustentabilidad no es moda, es responsabilidad.

Y mientras la educación y la legislación avanzan con pasos firmes, la Secretaría de Salud del estado no se queda atrás. Esta semana instaló dispensarios médicos inteligentes en distintos puntos de Tamaulipas, incluyendo el Congreso del Estado, para realizar tamizajes cardiovasculares.

El secretario Vicente Joel Hernández Navarro explicó que esta estrategia permite alimentar una plataforma digital con datos clínicos en tiempo real, lo que permite identificar pacientes con riesgos cardíacos y brindarles atención inmediata a través de la aplicación Emergencias en Salud. En esta primera etapa se atendieron más de mil personas, y eso no es poca cosa.

Se trata de una política pública bien dirigida, con un enfoque preventivo y apoyada en la tecnología. Aquí no hay promesas huecas, sino acciones que literalmente pueden salvar vidas. Si esta dinámica se mantiene y se fortalece, podría convertirse en un modelo replicable a nivel nacional.

Estas tres historias —la educación, la legislación ambiental y la salud pública— nos recuerdan que sí se pueden hacer las cosas bien en Tamaulipas. Lo que falta es voluntad. Pero cuando esa voluntad se alinea entre instituciones comprometidas, los resultados se sienten, se miden y se celebran.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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Lo inédito también puede ser un retroceso

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Por Zaira Rosas
Durante décadas México ha tratado de consolidar un proceso democrático, que a
lo largo de los años ha sido duramente cuestionado, sin embargo, también
estudiado por otros países pues tenemos uno de los sistemas más adecuados
para votaciones a nivel global, todo ello gracias al trabajo que durante años ha
desempeñado el Instituto Nacional Electoral, este 1 de junio no ha sido la
excepción bajo un proceso histórico.

Pocos son los países que ponen bajo el voto popular la elección de jueces y
magistrados, pero ninguno como México que depositó en manos del pueblo la
elección de todos los poderes. ¿es verdaderamente una democracia? Claramente
no, si bien este es un proceso histórico, no significa que sea innovador ni
acertado, basta con escuchar a quienes pasaron horas en filas o buscando sus
casillas para entender que nadie entiende de qué se trata.

La elección constó de múltiples boletas donde las personas de manera general
requerían de acordeones o guías para poder entender sobre qué estaban
emitiendo una opinión, difícilmente alguien podría mencionar el nombre de al
menos 3 propuestas y ni hablar de la ignorancia colectiva que tenemos respecto a
las materias y ejes de atención de cada una de las propuestas.

¿Qué avance puede representar una elección aleatoria en la que compiten por
igual personas con carrera judicial y otras sin preparación? El proceso en sí es
una falla desde su propuesta, pero se vendió como una alternativa ante la
corrupción, sin embargo, es más propensa a propuestas desequilibradas y
candidaturas controladas.

Aunque se trata de un proceso electoral nunca antes visto, significa un retroceso
democrático, primeramente, se deja de lado el equilibrio de los distintos poderes,
que era uno de los mayores avances de México y en segundo no se está
contemplando la inequidad bajo la que surgieron y se promocionaron las distintas
candidaturas por lo que los resultados serán igualmente desiguales según los
recursos de sus postulantes.

La votación no tendrá la participación esperada, al menos en las casillas pocas
son las personas que entienden el proceso en el que están participando, otros
tantos van por anular su voto pues no vislumbran un proceso de confianza con
quienes podrían influir en la elección.

¿Qué pasa después del voto? El conteo tomará varios días pues no se realiza en
las casillas, será hasta el 15 de junio que conozcamos el total de resultados y
entonces comienza el tiempo para las impugnaciones.

La población nuevamente se encuentra dividida pues para algunos se trata de una
elección que no debería tener lugar y para otros una oportunidad de validar a
quienes imparten justicia en el país, sin importar la postura que tengamos es
innegable que se trata de algo único y que esta elección puede determinar el
futuro de la democracia de nuestro país.

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