Es momento de mirar con seriedad a quienes, desde la comodidad de sus cargos en cámaras empresariales, asociaciones civiles y ONGs, se han vuelto mudos funcionales del poder. ¿Dónde están los pronunciamientos de COPARMEX, CANACO, AISTAC, CIEST, AMMJE o el CEM frente al avance de un Estado que militariza instituciones civiles como el IMSS, dejando a los ciudadanos a merced de decisiones opacas, arbitrarias y sin contrapesos?
La dirigencia empresarial del sur de Tamaulipas ha olvidado su papel de contrapeso social. Lejos de ser celosos vigilantes de las instituciones, se comportan como asistentes VIP de una función gubernamental donde el único libreto permitido es el aplauso. ¿Qué tan profunda es esa sed de poder, que los ha hecho renunciar a toda dignidad crítica por un asiento más cerca del presupuesto?
No se les escucha cuestionar, tampoco exigir. Y eso es inadmisible. Porque si alguien paga cuotas al IMSS, si alguien sostiene el aparato económico de la región, son precisamente ellos: los empresarios. Entonces, ¿por qué callan ante la entrega de instituciones a manos castrenses? ¿Acaso creen que el silencio les comprará inmunidad? ¿O es que la cercanía con el poder les ha quitado la voz y la vergüenza?
Dejen de comportarse como modelos de pasarela empresarial, exhibiendo discursos bonitos en foros vacíos de consecuencias. México no necesita líderes que simulen, sino referentes que defiendan la legalidad, la institucionalidad y la dignidad de un país que se cae a pedazos por la cobardía de sus élites.
Si no son capaces de alzar la voz ahora, entonces renuncien. No le hagan más daño a la región con su pasividad disfrazada de diplomacia. La historia no absuelve a los tibios ni a los mudos. Este es el momento de elegir entre el confort de sus sillones y la responsabilidad histórica que les exige la sociedad.
En la intimidad… Cuando una presidenta de la República manda una carta a su partido, algo está diciendo entre líneas. Claudia Sheinbaum, esa mujer de carácter sereno pero de convicciones de acero, le escribió al Comité Ejecutivo Nacional de Morena y, de paso, a toda la militancia.
No es cualquier papel. Es el tipo de mensaje que no se escribe por cortesía ni por costumbre: se escribe cuando se está marcando territorio.
La misiva no viene envuelta en palabras rebuscadas ni en ornamentos de discurso partidista. Viene con lo que Sheinbaum sabe hacer: firmeza y visión. No es casual que lo haya hecho ahora, en un momento donde Morena —y lo que representa la Cuarta Transformación— necesita más que nunca cohesión interna, y sí, también una guía. Porque lo que está en juego no es la confianza, es el futuro de un proyecto que ha cambiado la forma en que el poder se relaciona con la gente -aunque no a todos nos guste-.
En su carta, Claudia no habla como la jefa del Ejecutivo, sino como la compañera que conoce el movimiento desde sus raíces. Habla como militante en licencia —y eso también es una señal—, porque se asume dentro de Morena, no por encima de él. Y eso, aunque suene simple, no lo hacen todos los presidentes.
Desde la dirigencia, el mensaje fue recibido como lo que es: una llamada a la unidad, a la organización y, sobre todo, a la lealtad a los principios. Pero no hay que engañarnos: también es una advertencia. La presidenta sabe que vienen tiempos donde muchos querrán jalar la cobija para su lado. Y ella, que ha sabido mantenerse como figura sólida y confiable, simplemente dejó claro que sigue atenta, presente, y que no permitirá que la Transformación se le descarrile en su propia casa con el nepotismo político.
Morena nació como un movimiento, creció como un partido, y ahora gobierna como sistema. Pero no puede olvidar su esencia, ni puede darse el lujo de fragmentarse por ambiciones personales. Sheinbaum lo sabe, y su carta es un recordatorio para quien quiera olvidarlo.
No hay duda: Claudia sigue siendo la científica que mide cada paso, pero también la política que sabe cuándo y cómo mover una pieza. La carta ya está sobre la mesa. El mensaje está dado. Ahora toca a Morena no perder el rumbo.
davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608