“Casi todos los hombres pueden tolerar la adversidad, pero si quieres probar el carácter de un hombre, dale poder”, Abraham Lincoln.
Contrario a lo que expresó Ana de la Reguera, respecto al presidente Andrés Manuel López Obrador, y su ineficiencia negociadora; confío que el Comandante Supremo es un excelente negociador, y sabe jugar mejor que nadie el juego de la política. Lo dicho por la guapísima actriz a mediados de 2018, lo recordé ya que está en marcha el primer proceso electoral dentro de la esperanzadora 4ta Transformación.
La cita del gringo, viene a colación porque ahora que los morenos viven el proceso de selección de candidatos a cargos de elección popular ya parados desde el oficialismo federal, algunos de los funcionarios o servidores gubernamentales de los tres niveles de gobierno, andan de hambreados queriendo brincar de silla en silla; mientras que otros que estaban en el PRI y PAN, se meten a la fila de Morena dando codazos para abrirse paso; la mayoría son rapaces políticos, ex alcaldes, ex diputados locales y federales; esos generales que están desplazando a los auténticos morenos, son los verdaderos culpables de lo que hoy por hoy es México, sí, no se espanten ni se hagan los que según coinciden con la política de López Obrador, no me vengan con tarugadas, debemos asumir que ellos fueron un error del pasado que está doliéndole a la nación en el presente. Todos por igual, también con aciertos y errores.
Tal situación de selección, tiene al activismo morenista desestabilizado, al borde del colapso. El nuevo ingreso de ex panistas y priístas a Morena, tiene desanimados, desalentados y desencajados a los fundadores, algunos han pensado incluso en no participar en el presente proceso electoral 2018-2019, los más entusiastas se registraron para ver si la tómbola, el dedito dictador o lo que sea que vaya a designar candidaturas los bendiga.
Un ejemplo clarísimo se vive en Tamaulipas, una entidad que enfrenta una elección de 22 diputados locales de mayoría relativa, aquí el desánimo moreno es tal, que la dirigencia nacional del partido fundado por don Andrés López Obrador, designó como delegado a Marco Carlos Cruz Martínez, quien teniendo como principal testigo al alcalde de Ciudad, Madero; Tamaulipas, Adrián Oseguera Kernion, aseguró que las candidaturas en primer lugar deben ser para los compañeros de Morena, porque la victoria presidencial no se forjó en el pasado proceso electoral, dice él, que fue desde hace varios años, sin embargo, entre líneas les restregó en la cara que no le cerrarán las puertas a gente de la sociedad civil, ni gente de otros partidos, terminando de matar las esperanzas fundadoras con una retórica más sutil, pero igual de engañosa, “serán -las candidaturas -para quienes tengan la mejor imagen pública, de reputación, de bien vivir; para los ciudadanos comprometidos en transformar este país”, soltó Marco Carlos Cruz Martínez, en el evento de “Unidad Morena”, celebrado a unos cuantos kilómetros de la Playa de Miramar, donde Oseguera Kernion, por cierto tiene uno que otro terrenito.
Al llamado morenista que sirvió para mantener al ánimo que tiene bien parado al alcalde maderense, congratuló claro que sí, a todos y cado uno de los tamaulipecos convencidos del proyecto del presidente Andrés Manuel. Los no conformes no acudieron, ni mencionarlos vale la pena.
En fin aquí entre nos, de verdad no se ve cómo es que Morena no vaya a perjudicar a unos y favorecer a otros aspirantes, las candidaturas al menos por Tamaulipas, parece que son producto del compadrazgo, influyentismo y cualidad del gran señor dinero.
Según los datos duros que tienen en su poder los operadores políticos de Morena, en Tamaulipas existen al menos 1 millón 200 mil personas en condiciones de pobreza, pero eso no le importa al maderense Oseguera, pues es firme en asegurarle al presidente a través de sus emisarios, que en Ciudad Madero es donde se concentra la verdadera fortaleza del activismo lopezobradorista de todo el estado y trabaja en territorio para hacer de su ciudad el bunker morenista de todo México, porque seguirá construyendo la esperanza junto con la militancia a quienes dijo, son el auténtico factor de cambio y transformación.