Por David Castellanos
La migración de talentos es un tema al que poco le han puesto atención en la política pública de México, Centro y Sudamérica. Los cerebritos de todo el continente encontraron un refugio en los Estados Unidos, esto pese a que han existido especialistas en el tema que alertan a los gobiernos de habla hispana de sus riesgos por padecer la fuga de intelectuales desde la década de los 60. Claro, también por eso estamos como estamos.
Con la aparición del Coronavirus en la autopista económica y de salud china, que luego siguió la ruta para llegar a países vecinos hasta dominar las grandes avenidas de la salud mundial convirtiéndose en una pandemia, con más de 120 mil casos por todo el globo terráqueo. Los motores de desarrollo económico mundiales ya cascabelean encendiendo el foco rojo del tablero global por el riesgo de quedar desvielados, mientras que el mecanismo de la Organización Mundial de la Salud y del mundo entero se preguntan cuántos muertos más habrá hasta ser inmunes al virus o la aparición de la vacuna.
Sin que nada le importe a las consecuencias, y sin un arma que nos defienda del Coronavirus, la caída de los precios del petróleo hasta de un 30 por ciento, que significó la más grande devastación en este sentido desde la Guerra del Golfo Pérsico a principios de los 90; ahora sí ya pusieron a todos al filo del asiento, pocos han guardado la paciencia, quizá, los más neófitos en el tema. Entonces mientras el mundo pareciera estar jugando con los seres humanos, es válida una pincelada de talento, amor, ilusión, inocencia y futurismo con el debido respeto a las mujeres -exageradas o no- ¡vayamos a mojar la brocha!
Una contracción de su nombre completo, dio origen al seudónimo Mafloku, apelativo que identifica a este artista mexicano con presencia en países de Europa, Asia, Medio Oriente, y hasta en el continente negro; gracias a sus obras de arte basadas en la liberación de los fantasmas que habitan en su mente, trazos armoniosos y bonitos, llenos de colorido melancólico y una bella imperfección en la técnica que lo está llevando a exponer en las ferias y exposiciones más importantes del mundo de la cultura.
Al ocaso del 2019, Mafloku, fue uno de los pocos
mexicanos con presencia en la Art Basel Miami Beach, la Feria Internacional de
Arte Contemporáneo más trascendente, de las 268 galerías expuestas; una fue la
que presentó el mexicano nacido en Tampico, Tamaulipas.
Sin presumir, también ha estado en París o Londres, así como en Ciudad de México, y ante la voracidad de los actuales Senadores de la República; en Monterrey, y otras regiones del país donde se han ido quedando las pinturas adquiridas por coleccionistas privados que conectaron con el arte del tamaulipeco que ruega no se vuelvan a ausentar las mujeres, seres extremadamente valiosos; espera que nunca más sea desaprovechada ninguna de ellas, su nula participación de un solo día fue la peor pintura que el mundo pudo atestiguar.
Y es que para el artista Mafloku, la mujer es más que la simple estadística de representar arriba del 50 por ciento de la población. Son inspiración, ideas, talento, creatividad, inteligencia; el motor de un mundo que exige respeto y responsabilidades.
Responsabilidad de un gobierno que debiera sostener,
proteger, evitar más maltratos contra ellas, y por igual, un sistema político
que deberá comenzar a enamorar sociedades enteras para que los cerebritos, los
intelectuales e inventores en todas sus facetas, comiencen a germinar en la
tierra que los vio nacer; porque el mundo tiene muchas necesidades. México,
parece rebasado por sus dolencias y desde Tampico, Tamaulipas; Mafloku, urge a
los jóvenes a dejar de ver lo malo como una pesadez para convertirla en una
área de oportunidad, pues el contexto que comenzamos a vivir se presta para que
los mexicanos podamos hacerlo.
Tan solo en Tamaulipas, las cartas se están acomodando de tal manera que en apariencia todos pueden emprender y encontrar un momento nuevo, un camino correcto; desde la óptica y pincel de Mafloku, existe una espiral positiva que le han marcado incluso en el extranjero, en otras geografías del mismo México de mil colores, desde donde la perspectiva del nuevo Tamaulipas, apunta hacia delante y por eso mismo pide, suplica, implora y añora se aprovechen los talentos, se dejen de polarizar por ideologías políticas o sigan haciéndose menos unos a otros, combatiéndose como si fueran enemigos, cuando para Mafloku, por lo visto desde mediados del 2019 que viajó por el mundo está en Tamaulipas el momento de hacerlo juntos.