Para Steve Jobs, los cinco ‘nunca’ son: “1.- Nunca darse por vencido; 2.- Nunca aparentar; 3.- Nunca mantenerse inmóvil; 4.- Nunca aferrarse al pasado; y 5.- Nunca dejar de soñar”
Cuando aprendes que estás hecho de una mágica conjugación de sueños y realidades, entiendes que el camino de la espiritualidad te lleva a evolucionar, entonces llega la paz interior, que te reconcilia con el pasado, elimina emociones toxicas del ayer, que HOY impiden que tu alma levante vuelo y vayas más allá de tus límites.
Soñar, es enamorarte de la vida; es fascinar tu espíritu; es confiar en el llamado de tu corazón y en la voz de tu intuición; es darle brillo a tu ser holístico; es vaciar en el cesto de la basura las emociones negativas que impiden tu evolución; es entender que cada individuo tiene un ritmo y un tiempo diferente, para ir tras sus sueños o para dejar que se pierdan en el tiempo y el espacio.
Ten conciencia que el universo tiene un espacio para registrar tus sueños, para darte fortaleza centrando tu atención en que si se puede y darte vigor física-mental-espiritualmente, para corregir errores, multiplicar tus aciertos y convertir tus aspiraciones en realidad.
Soñar, es un elevado estado de conciencia espiritual, que te enseña el camino para evolucionar de adentro hacia fuera, para que seas tu propio maestro y aprendas en el aquí y el ahora, a fluir en armonía con el universo, dejando de repartir culpas, entendiendo que no hay razón para sufrir, porque vivir en el drama del dolor o en la fuerza de la felicidad, es una elección estrictamente personal.
Soñar, es saber que el universo siempre está pendiente de recepcionar tus ilusiones, porque todo está entrelazado para que se cumplan tus aspiraciones y te encuentres con la fuerza misteriosa que mueve la vida, que siempre juega a favor de los que creen en ellos mismos.
Soñar, es un vuelo de tu Maestro Interior hacia las estrellas; es elevar tu energía a otro nivel de conciencia; es tener cognición de la temporalidad de la vida, que está hecha de momentos, en donde hay una poderosa interconexión entre sueños, quehaceres, saberes y haberes.
Soñar, es una fuente nutriente para tu vida, que te enseña que en lo más íntimo de tu corporalidad sólo hay energía que vibra con el amor incondicional, que te recuerda que eres uno con DIOS.
Soñar, te invita a no claudicar, a ir con amor tras tus sueños, no empujado por tus miedos, sino enfocado, centrando tu atención en lo que deseas para tu vida; es establecer metas intangibles para la materia… ¡pero visibles para el alma!
Soñar, es derribar las barreras que impiden tu crecimiento; es mantener el rumbo definido hacia dónde quieres ir en tu vida, porque “aquel que sabe a dónde va, tiene la mitad del camino recorrido”
Para tus sueños, nada es imposible para que se hagan realidad, el viejo Filósofo te invita a que los apretujes en el corazón, vivéncialos, siéntelos, no los dejes ir, son el camino que te lleva al encuentro con tu destino.
Ningún sueño es imposible, cuando entiendes que soñar, es un llamado a despertar tus sentidos para que vayas tras ellos y veas que por más difíciles que parezcan, si persistes… se te cumplen.
En la vida no hay casualidades; si un sueño llega a ti, –te lleva a la auto aceptación, a elevar tu a autoestima, a creer en ti– ve tras él, es una estrella que guía tu camino, es eso que hace fascinante tu búsqueda interior, que te dice que has nacido para amar, ser amado, perdonar, dar, triunfar… ¡y ser feliz!
El sueño de mi vida, es compartir contigo una reflexión que te lleve a regalarme una sonrisa, “Que es una línea curva que todo lo endereza” que te recuerda que eres cocreador de tu universo, por eso El Filósofo de Güémez afirma:
“Los buenos políticos son como el amor de madre… ¡NO SE FIJAN EN ‘INGADERAS!”
“De cada 100 problemas que tengo, 1 es por ‘endejo… ¡99 POR METICHE!”