El 27 de septiembre de 1960, se llevó a cabo el primer debate transmitido por televisión, entre Kennedy y Nixon, evento político que dio un giro de 180° a las campañas políticas.
Cuatro décadas después, en México se llevó a cabo el primer debate televisado entre candidatos a la Presidencia de la Republica, en el que participaron: Vicente Fox Quesada, Francisco Labastida Ochoa, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Gilberto Rincón Gallardo, Porfirio Muñoz Ledo y Manuel Camacho Solís.
En las campañas políticas en el mundo, los debates por televisión, se han posicionado como un evento estratégico de campaña, que por una parte sirven a los candidatos para plantear sus propuestas, y por otra, ayudan al electorado para evaluar el temple y talento de cada candidato, en un escenario sin la parafernalia partidista.
Los años han enseñado al viejo Filósofo de Güémez, que en política como en la vida: “Las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas…se dicen solas”, y a nuestra transición democrática ¿qué le ha faltado hacer a nuestra partidocracia?: 1.- Atacar frontalmente la impunidad; 2.- Dar resultados en el tema de Procuración de Justicia y de la inseguridad; 3.- Resolver satisfactoriamente al combate a la pobreza extrema; 4.- Generar las condiciones para que se creen más fuentes de empleo; 5.- Lograr un acuerdo que nos reconcilie fraternalmente en torno al proyecto del Estado Mexicano.
En el primer debate de propuestas en Tamaulipas, fueron invitados los candidatos a gobernador: Baltazar Hinojosa Ochoa, José Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Jorge Osvaldo Valdez Vargas, Armando Vera García, Gustavo Cárdenas Gutiérrez, Héctor Garza González, Abdíes Pineda Morín y Francisco Chavira Martínez.
La experiencia parlamentaria del candidato del PRI, Baltazar Hinojosa Ochoa, ayudó para que en el debate se consolidara su imagen de líder, Balta, es un hombre que durante su vida ha dejado claro que es un político con ánimo resuelto, con carácter firme, con manos limpias, un hombre de buenos resultados.
En las propuestas que planteó en el debate, una vez más demuestra que mientras otros tienen la mirada cortoplacista, están llenos de incertidumbre y a cada paso visualizan problemas, él tiene una visión de gran calado, que en cada problema encuentra soluciones, porque como los viejos navegantes sabe de dónde partió y hacia dónde va…y va a construir un Tamaulipas en donde haya tres premisas básicas, CERTIDUMBRE, SEGURIDAD Y CONFIANZA.
Balta, es un hombre curtido por el paso de los años, tiene una familia llena de valores, sabe que la vida se concentra en un instante, es un hombre que lo que se propone lo cumple, más allá de antagonismos partidistas, sabe que Tamaulipas exige HOY responsabilidad política, no la demolición, sino la reconstrucción, que hay que poner cada cosa en su lugar y por encima de pasiones partidistas, tener el deseo de “concertar voluntades y atemperar contradicciones”
En el debate, Balta dejó claro, que es el tiempo de dejar a un lado protagonismos fatuos, de pensar “más allá de las elecciones, pensar en las nuevas generaciones”, de hacer cada quien su tarea, con suficiencia y eficiencia; dejar lo inmediato para salvaguardar nuestra identidad, no arriesgar la gobernabilidad con conflictos innecesarios, con la ausencia de convicciones, sino trabajar en un nuevo horizonte que recobre la confianza ciudadana, que ponga nuestro espíritu en cada tarea, sabiendo que la unidad puede reorganizar el conjunto y reabrir nuevos horizontes.
Baltazar Hinojosa Ochoa, es de esos políticos de una sola pieza, no tiene dobleces, no se amilana frente a los problemas, remonta vuelo, planea más alto, porque tienen altura de miras, tiene visión de gran calado, sabe que el tiempo es limitado y está dispuesto, como siempre, a ‘dejar el cuero en la cerca’, para cumplir con pasión y coraje los anhelos de los tamaulipecos, que quieren un gobernante sensible al momento crítico por el que atraviesa la política mexicana.
Balta, llegó al debate con el rostro hacia arriba, con la mirada en el futuro, con voz firme, resuelta, porque los hechos lo califican como un hombre que enfrenta las tormentas, con sus olas tempestuosas y viento fuerte y sale airoso, porque posee valor, vocación política, talento, emoción social, porque es un hombre de una sola pieza, de trabajo, que honra la palabra… los resultados hablan por él.
En éste debate, Balta dejó claro que sabe que “la política es un instrumento privilegiado para transformar la historia de Tamaulipas”, por eso su quehacer en distintas esferas de la vida pública y actividad parlamentaria, y ahora como candidato, privilegia las participación de jóvenes y mujeres, trabaja en unidad para que el derecho al empleo, a la salud y a la educación, fructifiquen en Tamaulipas, es un político humanista, ajeno a los conflictos, cercano a las soluciones, se vio claro que tiene las mejores propuestas, y tiene el coraje, la pasión, la emoción política de hacerlas realidad.
Para éste campesino, el humor es un destello del alma que agradece el milagro del nuevo amanecer y sabiendo que sin una sonrisa la vida se desvanece, el Filósofo de Güémez afirma:
“La política es una doble descortesía: Primero, no me mandan invitación… ¡LUEGO ME LA PIDEN!