Opinión

Carlos Lomelí y la farsa del “control” sobre la Marina

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Carlos “la mascota” Lomelí Bolaños ha sido designado presidente de la Comisión de Marina del Senado de la República. Esta noticia provocó una ola de especulaciones mediáticas y políticas que van desde lo absurdo hasta lo francamente ridículo. 

Algunos amantes de la ficción quieren hacer creer que su llegada obedece a una estrategia para vigilar, espiar o incluso contener a la Secretaría de Marina Armada de México desde el Poder Legislativo. La verdad es otra, muy, pero muy alejada de la realidad; ojo al dato. La designación del senador por Jalisco obedece a cuotas partidistas, no a méritos, experiencia en temas marítimos o interés genuino por fortalecer el sector.

Hay que aclarar. La Comisión de Marina no es un órgano de control sobre la SEMAR. Es una instancia legislativa encargada de promover políticas públicas, leyes y programas que fortalezcan el desarrollo marítimo del país. Su función está centrada en temas como la seguridad de navegación, la protección del ecosistema marino, la infraestructura portuaria y, sí, también la defensa nacional en zonas marítimas, pero desde un enfoque civil, técnico y legislativo. No hay margen para el espionaje ni para las fantasías de quienes ven a “la mascota”, convertido en comisario político del obradorismo incrustado en la SEMAR ¡falso!

Lomelí no es nuevo en los círculos del poder, pero su trayectoria está lejos de ser ejemplar. Cuando fue “superdelegado” del gobierno federal en Jalisco, su gestión estuvo plagada de denuncias por tráfico de influencias y corrupción. Su red de empresas farmacéuticas, señaladas por contratos millonarios con el Estado, lo convirtió en un símbolo de los conflictos de interés durante la primera mitad del sexenio de López Obrador. ¿Quedó claro? Más que un legislador comprometido con el bien común, Lomelí “la mascota”, representa la cara más opaca del pragmatismo político de Morena, donde la lealtad al Peje pesa más que la capacidad o la ética pública.

El partido que lo arropa, Morena, no deja de mostrar que sus decisiones responden más a la necesidad de blindarse políticamente que a construir instituciones sólidas. Asignar a Carlos Lomelí la presidencia de una comisión tan estratégica como la de Marina, cuando carga con antecedentes tan cuestionables, solo refuerza la percepción de que al oficialismo no le interesa realmente fortalecer al Estado, sino colocar fichas obedientes en posiciones clave.

Ni Lomelí ni Morena representan una amenaza para la SEMAR, muy sutil, el 16 de septiembre  lo dejó claro el Almirante secretario Raymundo Pedro Morales Ángeles, simplemente no tienen ni la capacidad ni la estructura institucional para intervenir en sus operaciones. Lo único que podrían hacer es estorbar el trabajo legislativo serio o intentar manipular agendas con fines personales o partidistas.

A la Comisión de Marina se llega para legislar, no para mandar. Y eso es algo que el senador Lomelí difícilmente entenderá, porque hasta ahora, su carrera ha estado más marcada por la conveniencia que por el compromiso.

En la intimidad… Por instrucciones de la Presidenta Municipal, Mónica Villarreal Anaya, y reafirmando el compromiso de la Dirección de Tránsito y Vialidad de Tampico con la cultura de prevención, a partir del 22 de septiembre se implementarán filtros preventivos en diversos puntos de la ciudad.

El objetivo es generar conciencia entre los motociclistas sobre la importancia del uso de equipo de protección y promover una cultura de manejo defensivo. Esta medida busca proteger vidas, no castigar bolsillos. No es una acción recaudatoria, sino una estrategia de prevención para fortalecer la seguridad vial, una responsabilidad que nos compete a todas y todos.

davidcastellanost@hotmail.com

@dect1608

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