Entramos al OBSERVATORIO, ajustamos las lentes y sin necesidad de buscar mucha precisión detectamos claramente una situación en el sur de Tamaulipas, que debe preocupar a las autoridades para que no ocurra lo mismo que ocurrió en 2024. Algo que creíamos impensable en nuestra zona. Las lagunas de donde se abastece de agua esta región de Tamaulipas se secaron y vivimos una situación histórica.
A pesar que no llovía con intensidad en un buen tiempo, debo decir que a principios del año pasado sentenciaba “nombre… aquí no nos vamos a quedar sin agua, la Laguna del Chairel nunca se va a secar”. Lo vi y no lo podía creer.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua), en su informe de emitido por el Monitor de Sequía en México, publicado hace unos días, ubica a Tamaulipas sin problemas graves de este tipo. Sin embargo advierte que el 65% de los municipios del país ya enfrentan afectaciones moderadas, severas o extremas, de los cuales 32 municipios ya enfrentan una sequía una sequía excepcional, siendo el nivel más grave.
Esta situación se observa mayormente en el noroeste de México, aunque también se presenta en el centro y sureste.
En Tamaulipas, los municipios como Camargo, Guerrero, Díaz Ordaz, Matamoros, Méndez, Mier, Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo, San Fernando, Valle Hermoso, es decir toda la frontera, se ubican en la categoría más baja de la medición la que Conagua califica como D0.- Anormalmente seco y D1, Sequía moderada.
Pero al ver el mapa del país, pareciera que la mancha avanza amenazante hacia el noreste mexicano. Ahí estamos nosotros.
En el sur de Tamaulipas, los esfuerzos del estado se basan en el mantenimiento y eficientización del servicio, la limpieza de las lagunas, liberándolas del lirio acuático, una plaga para la gestión hídrica.
Conagua tiene la obligación, ya con estos análisis que ya tiene, implemente acciones para evitar que se sigan fugando miles de litros por segundo del sistema lagunario del sur de Tamaulipas, se realice una batimetría que nos revele cuánto es lo que realmente se está almacenando y buscar acciones para evitar escenarios como el que vivimos en 2024.
Desde el OBSERVATORIO estaremos al pendiente de lo que realicen las autoridades federales y estatales en este tema.