La epilepsia es un trastorno que ocurre en el tejido cerebral, puede ser genético o adquirido; se provoca cuando este órgano complejo está demasiado excitable o irritable hasta generar el envío de señales anormales causando convulsiones repetitivas e impredecibles.
Así, con ese ejemplo descriptivo podríamos definir el Tamaulipas del presente, como un enfermo de epilepsia, pero no propiamente por una lesión provocada por los gobiernos del pasado, claro, tampoco es culpa del gobernador Américo Villarreal Anaya que impulsa una política humanista y transformadora para el bien de todos, primero los pobres, pero al fin basados en el bienestar.
La epilepsia de Tamaulipas es por su complejidad territorial, por su exigencia política, los intereses en el negocio de las drogas y todo lo que administra la delincuencia organizada, entre otras muchas cosas, sí, también por la riqueza en ganadería y agricultura, sin dejar de mencionar las energías no renovables y el petróleo frente a sus costas. Ese es el epiléptico de Tamaulipas.
Sin embargo, entre todo lo problemático que puede ser el tratamiento de la epilepsia, existen remedios que evitan los trastornos, y son los políticos propositivos, los que abonan al bienestar desde su perspectiva, esas personas que son leales a sus principios, convicciones y personalidad, unos más confortantes que otros, pero la lealtad es esencial y crucial para evitar las convulsiones repetitivas e impredecibles del enfermo en este caso llamado Tamaulipas.
El caso del diputado local Carlos Fernández Altamirano, oriundo de la Zona Metropolitana de Tampico, de extracción panista, es uno de esos remedios propositivos en la entidad, más cuando en el “sistema nervioso” tamaulipeco cada quien hace por su beneficio y muy pocos generan dinámica humanista como la que pregona Villarreal Anaya. Así, bien plantado en sus ideales y convicciones leales al bienestar del estado, Fernández Altamirano desde tribuna- aunque le apaguen el micrófono y bajen la transmisión- ha sido sincero en su intención de apostar por el bien de todos.
“Estamos a prácticamente un año de que comenzó el gobierno de la administración estatal, y consideramos que es el momento adecuado para que hagamos un alto en el camino y entremos a una reflexión, no sólo sobre los resultados de gobierno, sino particularmente sobre las maneras y las formas de ejercer el poder, ese llamado “arte de la política” que involucra sobre todo saber escuchar a la ciudadanía, y partiendo de ahí, de la escucha, del diálogo constante y real, gobernar para todas y todos los Tamaulipecos sin distinción alguna, sin generar divisiones”, dijo Carlos Fernández Altamirano, diputado local del PAN con aspiraciones a presidir Ciudad Madero con las ganas de hacer política con alturas de miras, no como esa que quiere envolver al mandatario estatal.
En la intimidad… La Sección 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud hizo como que se levantaba en armas en contra del Gobierno de Tamaulipas, todo un mitote organizó dizque según cerrando las oficinas de los directivos y altos mandos, presumieron de que iban hacer un paro de labores, pero no.
La semana pasada entregaron bases laborales a personas que según nuestros informantes, no trabajan en el Hospital “Dr. Carlos Canseco”, y dos de los que recibieron el beneficio tienen apenas unos cuantos años laborando, mucho menos tiempo que otros prestadores de la salud que desde hace más de 13 años esperan algún movimiento positivo para su bienestar y certeza laboral.
Hay enfermeras jubiladas que aún tienen la esperanza humanista de que el sindicato vea por sus hijos, y simplemente nada; esto no pinta bien en el “Canseco”, puede registrarse un ataque epiléptico si el líder general Adolfo Sierra Medina insiste en alterar el sistema nervioso de Tamaulipas y renunciar al humanismo del gobernador Américo Villarreal Anaya.
Hoy se entregaron bases federales y fueron dadas por autoridades del hospital conforme a derecho de antigüedad, haciendo una enorme diferencia entre el favoritismo de unos cuantos y esto ha empezado a crear un nuevo aire de justicia entre los trabajadores que se han sentido burlados por las mañas que siempre se carga Adolfo Sierra Medina líder sindical que las hace por el hambre de querer traer de regreso a los agremiados que se les han ido al sindicato independiente.
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