Por: Jorge Moctezuma
Es una fecha que se celebra cada 28 de junio para recordar la importancia de cuidar y proteger los árboles y los bosques, que son esenciales para la vida en el planeta.
Los árboles nos brindan muchos beneficios, como:
Producen oxígeno y reducen el dióxido de carbono, contribuyendo a mitigar el cambio climático.
Ofrecen refugio y alimento a miles de especies de animales y plantas, favoreciendo la biodiversidad.
Regulan el ciclo del agua, evitando las sequías y las inundaciones.
Protegen el suelo de la erosión y la desertificación.
Proporcionan recursos naturales como madera, frutos, medicinas, etc.
El primer país que celebró el Día del Árbol fue Suecia en 1840, por iniciativa de un profesor que quiso concienciar a sus alumnos sobre el valor de los árboles.
Desde entonces, muchos países se han sumado a esta celebración con diferentes actividades, como plantar árboles, realizar talleres educativos, organizar exposiciones, etc.
En este día, se invita a reflexionar sobre la necesidad de conservar y restaurar los ecosistemas forestales, que están amenazados por la deforestación, la explotación, los incendios y el cambio climático.
Según la ONU, cada año se pierden unos 10 millones de hectáreas de bosques en el mundo, lo que equivale al tamaño de Islandia.
Esta pérdida tiene graves consecuencias para el medio ambiente y para las personas que dependen de los bosques para su subsistencia.
Por eso, el Día Mundial del Árbol es una oportunidad para tomar conciencia de la importancia de los árboles para nuestra salud, nuestro bienestar y nuestro futuro.
También es una ocasión para agradecer a los árboles todo lo que nos dan y comprometernos a cuidarlos y respetarlos.
Los árboles son nuestros aliados y merecen nuestro reconocimiento y nuestra protección. 🌳
