Ayer por la mañana en su conferencia de prensa, el presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció que la revisión del contrato colectivo de trabajo del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) se revisará hasta después del proceso de renovación de las dirigencias sindicales.
Esto salió a colación debido a que fue presentado el documento en el que la Secretaría General del sindicato petrolero presenta el pliego petitorio para la renovación contractual, que es meramente un trámite que por ley debe realizarse antes del mes de agosto y cuya revisión se puede ir retrasando incluso después de las elecciones internas.
“Ya no es como antes”, dijo AMLO ayer advirtiendo a los líderes sindicales que las cosas han cambiado en todo el país, incluso en los sindicatos, y además recordó Romero Deschamps, quien se fue por una jubilación “voluntaria”.
A nivel local el temor que hoy día viven los funcionarios sindicales de la Sección Uno han acrecentado las pifias, al pretender mostrar otra cara de lo que siempre ha sido un estilo de dirigencia sindical llevado por décadas en cada una de las secciones locales del STPRM.
Alejados de la base trabajadora, omisos a las necesidades del trabajador, abusos de poder y/o del cargo, atropellos sindicales, laborales, etc., son algunos de los tantos casos que se han dado por años hasta el día de hoy en la sección Uno que tiene como base Ciudad Madero, al sur de Tamaulipas.
Lo más reciente, fue la convocatoria a una mini asamblea, sin quórum gremial por el supuesto cuidado de las medidas sanitarias, mismas que fueron ignoradas en eventos de cumpleaños del mes de abril, y en las que se sabe por propia voz de los trabajadores, que se hizo acudir hasta al personal vulnerable ausente por la cláusula 43 del Contrato Colectivo de Pemex.
En dicha mini asamblea se le escuchó decir a la actual dirigente que quería el apoyo de los trabajadores para continuar al frente de la sección uno.
Más de uno continuó la frase en tono de burla, “para continuar con los logros que no se ha logrado, pelear lo que no se ha peleado y defender lo que nunca se ha defendido”.
MANGA ANCHA EN LAS PROMESAS DE CAMPAÑA
Durante las últimas semanas, la dirigencia local realizó la entrega de bicicletas, hornos de microondas y refrigeradores, buscando la simpatía de la base trabajadora.
Lo que esperaban fuese un curita en la herida, provocó un mayor sangrado pues acrecentó molestia de la mayoría de los trabajadores.
Se olvidaron de la base trabajadora, pasaron por alto algunos puntos que han lastimado e indignado a la clase obrera, como el olvidó durante la pandemia Covid-19; bloqueo de plazas y trabajo repartido como siempre entre familiares y allegados.
Otra de las situaciones que los propios obreros han calificado como una burla, es que la actual dirigencia trae la misma promesa de campaña que hace tres años no cumplieron como el anuncio de otorgamiento de fichas, plazas, préstamos administrativos, préstamos hipotecarios, entre otras.
Uno de los beneficiados en los regalos de la dirigencia.
Sin embargo han visto que todas estas se cumplieron pero sólo para los familiares y parejas de los funcionarios sindicales y allegados.
Es esta parte la que más ha molestado a los trabajadores, pues refieren mientras ellos con el derecho de antigüedad, esperan una ficha, los comisionados sindicales obtienen a manos llenas más de cuatro para su familia y allegados.
Mientras los jubilados esperan una plaza para su familiar, los comisionados han dejado de planta dos, tres o hasta más familiares en diversos departamentos o centros de trabajo.
Mientras que un trabajador transitorio que le conocen como derechero (familiar de uno de planta), tiene meses sin trabajar, los familiares transitorios de los comisionados han trabajado sin mayor problema durante esta pandemia completando más del año ininterrumpido.
Esto ha provocado el hartazgo y molesta de la base trabajadora por este sindicato caduco, creciendo más entre los obreros la necesidad de un cambio en su dirigencia sindical.
LA COCHINITA COCINADA EN LA SECCIÓN UNO
Días pasados se dio a conocer un vídeo en una página de Facebook recién creada bajo el nombre de «GAP» con unos personajes enmascarados que daban un ultimátum de 72 horas para que los actuales dirigentes abandonaran sus cargos y se jubilaran.
Sin embargo, ya una vez cumplido el plazo, nos regalaron una escena ochentera, no apta para los amantes de la cochinita o pozole.
Al interior de los departamentos de los diversos centros de trabajo que forman la sección uno, se comenta que este vídeo es una producción salida desde las mismas entrañas del Comité Ejecutivo Local.
Se dice que el temor en ocasiones provoca hacer locuras…
¿Existirá temor en algunos personajes de la Sección Uno?
Tampico vuelve a colocarse en el radar del desarrollo energético, pero no por iluminación espontánea ni por discursos circunstanciales. Lo que hoy se presume en el Congreso Internacional de Energía Tamaulipas 2025 es el resultado de una ruta trazada desde hace por lo menos doce años, cuando la administración de Enrique Peña Nieto impulsó la reforma energética y, con ella, una cascada de políticas públicas que moldearon el presente. A esa línea de continuidad contribuyeron Egidio Torre Cantú, Francisco García Cabeza de Vaca y ahora Américo Villarreal Anaya, cada uno desde sus propios aciertos, intereses y contextos.
En ese marco histórico se entiende la participación de la alcaldesa porteña, Mónica Villarreal Anaya, durante la inauguración del Congreso realizado en el Expo Tampico. Más que una bienvenida protocolaria, su discurso fue una afirmación política, y contundente; Tampico es, nuevamente, un polo estratégico para la inversión energética. No es casual. Es la consecuencia de decisiones concatenadas, ajustes regulatorios, infraestructura acumulada y una visión que, con obstáculos evidentes, ha sobrevivido a los cambios de régimen.
La alcaldesa Villarreal lo sintetizó con precisión. La ciudad hoy se planta como centro logístico portuario, espacio clave para el almacenamiento y transporte de hidrocarburos, nodo creciente del gas natural, la petroquímica y la infraestructura eléctrica, además de incubadora de proyectos de energías renovables. Ese posicionamiento no se construyó en un trienio, ni en un sexenio. Tampico ha venido cargando sobre los hombros parte de la arquitectura energética de México desde el siglo XIX, y sea cual sea su vocación de servicio, Tampico es el epicentro del Golfo de México, la puerta de excelencia de Europa al continente Americano.
El repaso histórico que hizo Mónica Zacil remarcó esa dimensión. El puerto fue motor comercial desde 1823 y protagonista global del auge petrolero del siglo XX. Esa memoria no es un ejercicio nostálgico; es un recordatorio de que la región siempre ha respondido cuando el país exige modernización, inversión y tecnología ¡viva Tampico!
El Congreso Internacional de Energía —que reúne a líderes de la industria, expertos, funcionarios, académicos y corporativos de México y el extranjero— posiciona a Tampico como sede natural del debate técnico y de la cooperación institucional en electricidad renovable y convencional, hidrocarburos, biocombustibles y desarrollo de cadenas de valor. De aquí pueden surgir las alianzas que marquen el nuevo ciclo energético del país.
En el evento inaugural estuvieron presentes el subsecretario de Hidrocarburos de la SENER, Juan José Vidal Amaro; el secretario de Desarrollo Energético de Tamaulipas, Walter Julián Ángel Jiménez, y algunos otros de menos relevancia. La representación política fue clara y contundente, ahora, falta que esos empleados que representan a la federación, el estado y los municipios impulsen si o sí esta agenda.
Bueno, y que remate el de Mónica Villarreal, su invitación final para disfrutar los atractivos turísticos de la ciudad no fue un adorno. La zona conurbada vive uno de sus mejores momentos en materia de seguridad y movilidad; un elemento indispensable para atraer capital y talento.
En la intimidad… Durante la inauguración, Armando Martínez Manríquez, alcalde de Altamira, dejó caer una frase que resume el ánimo regional: “Altamira es un polo de desarrollo para el bienestar y uno de los más importantes generadores de energía en el país”.
Lo dijo al acompañar al gobernador Américo Villarreal Anaya y al subsecretario de Hidrocarburos, Juan José Vidal Amaro. Entre líneas, Martínez envió un mensaje que en los pasillos del Congreso se entendió perfecto: el sur de Tamaulipas quiere jugar en las grandes ligas y, esta vez, tiene con qué.
¿Qué tienen en común Fátima Bosch, Guillermo Herrera, los productos de belleza coreanos, los procedimientos estéticos más solicitados e incluso el incremento del reclutamiento a jóvenes por parte del crimen organizado? Su punto común son los ideales estéticos y modos de vida que se han posicionado en la última década.
Durante años se ha vendido la idea de cómo tiene que lucir una mujer, no es casualidad que en los 2000 se viviera una época de trastornos alimenticios pues en las modelos y figuras de representación masiva veíamos una delgadez extrema, lo cual cambió con el posicionamiento de nuevos estándares donde se buscaba una mujer con curvas e incluso una supuesta diversidad se hizo presente en grandes casas de moda presentando nuevos colores en maquillajes como muestra de su apoyo a la diversidad ya existente en el mundo.
Sin embargo, el canon de belleza ha cambiado y ahora no solo aplica a mujeres, sino a masas, la idea de que solo un grupo selecto puede verse elegante o tener acceso a ciertos estilos ha cambiado con la democratización de la moda mediante diseñadores alternos. No obstante, el clasismo sigue presente, de ahí que haya quienes juzgaran duramente al influencer Guillermo Herrera por hablar de un estilo de ropa elegante, pero a la vez usar el transporte público y si bien un tema no está vinculado al otro, si es una muestra de cómo en México y seguramente en el resto del mundo consideramos que atacar al otro detrás de una pantalla es algo válido.
Lo mismo ocurrió con Fátima Bosch, la mexicana que ganó Miss Universo pero que al ser elegida como representante de México no recibió el mismo apoyo, su triunfo tanto al interior del país como al exterior ha estado envuelto en polémicas, primero por sus vínculos innegables con el poder. Fátima sin duda pertenece a las élites mexicanas y aunque eso no le resta carisma ni méritos en la contienda, sí le brinda puntos de ventaja pues su educación y panorama ya lleva de por sí un privilegio. Aunque la belleza de Fátima ha sido elogiada tanto como la de sus compañeras de concurso, lo destacable fue su participación en otro país, donde alzó la voz. Podríamos verlo como un triunfo al feminismo, pero esta también puede ser una nueva estrategia para posicionar marcas en un nuevo mercado pues detrás de Miss Universo hay más que solo belleza, también hay contratos millonarios con las distintas naciones.
De ahí que Raúl Rocha encontrara en este certamen una próspera idea de negocios, pues sigue siendo un contexto donde se representa un ideal de belleza que, aunque ha tenido modificaciones con los años sigue limitando a la mujer a ciertos estándares, por otra parte, la popularidad de este certamen también es la oportunidad de mostrar valores como los de Fátima: empoderamiento, empatía,
solidaridad y comunidad como se vio ante el abrazo colectivo de todas las concursantes.
Vivimos en una era con exceso de información, donde cuesta distinguir lo real en medio de tantos datos y avances tecnológicos, creemos fácilmente que una crema puede brindar juventud eterna o que el dinero fácil a manos del narcotráfico puede ser una salida ante problemáticas más complejas. El uso excesivo de dispositivos móviles ha moldeado nuestro cerebro, pero también la percepción de la realidad, al grado de considerar que la popularidad o los likes son equiparables al valor personal.
El riesgo es evidente: cuando las apariencias se vuelven brújula, dejamos de cuestionar y empezamos a imitar. Perdemos autonomía, entregamos criterio y validamos modelos dañinos, discriminatorios o incluso peligrosos. La búsqueda de una imagen ideal se convierte así en un mecanismo de control: de consumo, de conducta y de pensamiento. Y aunque parezca un fenómeno superficial, sus consecuencias son profundas en la autoestima, en las dinámicas sociales e incluso en la vulnerabilidad de muchos jóvenes.
Frente a este panorama, no se trata de renunciar al deseo de vernos bien, sino de preguntarnos para quién vivimos. Si lo hacemos para encajar en expectativas ajenas, estaremos condenados a una insatisfacción permanente. La salida es recuperar la autenticidad en una época que premia la ilusión: recordar que la dignidad no depende del filtro ni del estatus, sino de la capacidad de habitar nuestra identidad con honestidad. Solo así podremos dejar de vivir por las apariencias y comenzar, al fin, a vivir de verdad.
A Matamoros le urgía una vitrina de gran formato, algo diferente a lo que nos tienen acostumbrados allá en el norte tamaulipeco. La tendrá el próximo 30 de noviembre, cuando se corra el Maratón Bicentenario 2025, el primero certificado en Tamaulipas y el único que sirve como pase clasificatorio a la “Carrera hacia Boston”. No es poca cosa.
Así, por fin la frontera se pone en el mapa del atletismo internacional con un evento que promete atraer competidores, familias y visitantes de ambos lados del río Bravo. El Gobierno del Estado lo entiende así. Su apuesta por el turismo deportivo va en serio. La Secretaría de Turismo empujó con fuerza este proyecto para que la carrera no solo sea una fiesta deportiva, sino una oportunidad de promoción urbana para una ciudad que ha sobrevivido a oleajes económicos, migratorios y de inseguridad. Una oportunidad ideal para que el municipio mostrara músculo.
Sin embargo, en Tampico, durante la rueda de prensa previa, Matamoros terminó haciendo justo lo contrario, sí, exhibió un vacío. Ahí, frente a medios de comunicación, la representante de la Secretaría de Turismo municipal, Myria Zeldin Leal Guajardo, no logró articular ni un esbozo de la oferta turística de su ciudad. Cuando se le lanzó la pregunta más básica —qué pueden encontrar y disfrutar los visitantes que asistirán al maratón—, su respuesta se limitó al cabrito y al taco de aguacate con queso. Un menú escueto para un municipio con uno de los acervos culturales más amplios de Tamaulipas.
El problema no es la gastronomía, sino la falta de una visión mínima. Matamoros es sede del Museo de Arte Contemporáneo de Tamaulipas, con piezas y exposiciones de relevancia regional; alberga el Museo del Ferrocarril, que relata la historia económica que moldeó al noreste; guarda en el Museo del Agrarismo Mexicano una parte fundamental de la historia rural del país; y mantiene vivo el Museo Casamata, una fortaleza del siglo XIX que aún resguarda documentos, armas y vestigios que explican una parte de la identidad mexicana.
Pero nada de eso fue mencionado. Tampoco la arquitectura del siglo XIX, la Casa Cross, ni la carga histórica que representan los episodios de la guerra México–Estados Unidos, estudiados incluso en universidades norteamericanas. Matamoros es la verdadera frontera histórica del país, pero el municipio presidido por Beto Granados, solo decidió presentarlo como una parada rápida al cabrito.
La omisión no es menor. Con corredores provenientes de Texas, Nuevo León, Veracruz y Ciudad de México, esta era la mejor oportunidad para relanzar la imagen de la ciudad. El turismo deportivo no solo mueve atletas: mueve familias, derrama económica y narrativas positivas. Era el momento de presumir a la ciudad que guarda un patrimonio turístico cultural que otros municipios del estado, y del país, quisieran tener.
Pero la presentación dejó claro que Matamoros necesita más que un maratón, joder, necesita una estrategia turística profesional, políticos con altura de miras, no alcaldes y funcionarios que se creen guapos, funcionarios que tracen una propaganda basada en su riqueza real. El Gobierno del Estado ha hecho su parte. Ahora falta que el gobierno municipal aprenda a contar su historia.
El Maratón Bicentenario traerá deportistas, cámaras y atención. Ojalá también traiga el sacudón institucional que el municipio requiere para dejar de esconder su riqueza detrás de respuestas improvisadas, porque si no lo hicieron aquellas horas en las que el alcalde fue retenido por autoridades migratorias norteamericanas, pues, sabrá Dios que esperan esos matamorenses y sus carismáticas autoridades.
En la intimidad… Mientras Matamoros tropieza en la promoción, el municipio de Escobedo, Nuevo León, avanza con un empuje que se nota en cada cuadra. Andrés Mijes Llovera, alcalde reelecto para el periodo 2024-2027, gobierna con paso firme, respaldado por una administración que trabaja con velocidad de industrial neolonés y con la identidad tatuada de un tigre de corazón.
Escobedo vive una transformación acelerada, con inversión, infraestructura y una visión clara de crecimiento metropolitano. Quizá por eso no pasó desapercibido que Mijes se dejara ver en Tampico junto a un grupo de colaboradores, acompañando a la alcaldesa porteña, Mónica Zacil Villarreal Anaya, pues este fin de semana celebrarán el acto de hermanamiento entre ambas ciudades.
Tampico y Escobedo, dos polos estratégicos del noreste de México —uno industrial, otro logístico portuario— comienzan a tejer una relación que podría traducirse en desarrollo económico para Nuevo León y Tamaulipas. Mijes lo entiende y actúa. El hermanamiento no es solo un gesto diplomático: es una apuesta de futuro.
Y mientras algunos municipios olvidan contar su historia, otros la escriben todos los días, y entienden el papel de cada quien, claro, sin competencias absurdas, ni buscando una base extraterrestre.
Alex Fernández hizo lo correcto. Y lo hizo en un momento en el que muchos prefieren seguir cantando como si nada pasara, como si México no estuviera cargando un luto que ya es “cotidiano”.
Alex decidió postergar su concierto del próximo 28 de noviembre en Uruapan, Michoacán, por respeto a la memoria del alcalde Carlos Manzo, asesinado hace apenas unas semanas durante la celebración del Día de Muertos. La indiferencia, la omisión, y la violencia arrebataron a un hombre que, con todas sus limitaciones institucionales, se había plantado frente al gobierno estatal y federal para exigir ayuda ante el desbordamiento criminal, que, vale decirlo, no es exclusivo de Michoacán, no, claro que no, el país se le va de las manos también a los de morena, solo que estos, son señalados de ser aliados de criminales.
Lo de Alejandro, no se trató de una cancelación por conveniencia ni una jugada administrativa. Fue un acto de sensibilidad. Fernández entendió que presentarse en el municipio que aún llora a su alcalde habría sido un gesto de desconexión absoluta con la realidad. Su responsabilidad como figura pública lo llevó a un mensaje sobrio, respetuoso y necesario; México está de luto y se necesita un respiro, un espacio para reflexionar.
El artista tenía pactada su presentación como parte del «Voz de mi sangre Tour» en el Salón Los Telares. Uruapan esperaba una noche de música y fiesta, pero la tragedia que golpeó a la comunidad terminó imponiendo un silencio obligado. Miles ya habían salido a marchar para exigir justicia para la viuda de Manzo, Grecia Quiroz, y para los dos hijos que quedaron marcados por una violencia que no distingue puestos ni apellidos.
Alex Fernández se sumó a ese sentimiento colectivo. Reconoció el clima de violencia que sacude Michoacán y comunicó que el concierto será reprogramado. Fue un gesto que honra la memoria del alcalde y acompaña a una comunidad que necesita tiempo para procesar el miedo y la rabia.
Fernández, en su comunicado, extendió un llamado a la calma, al respeto y a la reflexión sobre la crisis que enfrenta el país. No fue un mensaje grandilocuente. Fue una postura firme que lo coloca como ejemplo para otros artistas, empresarios y organizaciones camarales que suelen mantenerse al margen, viendo la tragedia desde el escenario o desde el palco. Su decisión demuestra que la industria del entretenimiento también puede solidarizarse y que la música, antes de ser espectáculo, es un puente hacia la empatía.
Alejandro Fernández eligió el camino correcto: detenerse, mirar, escuchar el dolor ajeno y respetar. Ojalá más voces públicas tengan esa misma claridad ¡ojalá!
En la intimidad…. Lo siguiente es más que curioso; Durante recorridos de seguridad en la colonia Palmas Diamante, en Reynosa, elementos de la Guardia Estatal fueron abordados por un hombre que logró escapar de sus captores. Estaba maniatado y relató que había sido privado de la libertad a bordo de una camioneta y posteriormente trasladado a una casa donde permaneció cinco días retenido.
Los oficiales se dirigieron al domicilio señalado. Al ingresar encontraron a un segundo hombre en la misma condición, con los brazos atados y debilitado tras ocho días de cautiverio. En el lugar se aseguró un arma larga, tres cargadores y 45 cartuchos útiles.
Las víctimas fueron canalizadas para recibir atención médica, mientras que los indicios quedaron bajo resguardo y fueron puestos a disposición de la Unidad de Investigación de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas. Ambos sobrevivientes ahora forman parte de una carpeta que deberá reconstruir los días de violencia que vivieron, en una ciudad donde la inseguridad sigue siendo un recordatorio permanente de lo que aún falta por resolver.