Los saqueos esporádicos y las protestas por alimentos impulsadas por los pobres que padecen hambre han aumentado vertiginosamente en las últimas semanas en Venezuela, un país que no es ajeno a los disturbios. Pero los recientes tienen un rostro diferente a los que se vieron en las protestas del año pasado que fueron protagonizados en su mayoría por clase media que tomó las calles para tratar de deponer al presidente Nicolás Maduro.
“Estas protestas vienen de personas de las clases más bajas que simplemente no tienen suficiente para comer”, dijo David Smilde, investigador senior de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), quien ha pasado décadas investigado Venezuela.
En las primeras dos semanas del año, las cifras de saqueos de comercios y transportes, superaron en más de cinco veces los registros de enero del año pasado, y rebasaron ampliamente los reportes de enero de los últimos tres años.
Los incidentes dejaron, en las dos primeras semanas de 2018, al menos cinco personas muertas.
El director del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, indicó que los saqueos ya no se centran en grandes ciudades sino que se ha extendido a pequeños poblados y vías de todo el país.
Fuente: El Horizonte.