Opinión
México es más que un problema
@dect1608
La cifra de muertos por el sismo de 7.1 registrado el pasado martes 19 de septiembre alcanzó las 361 personas fallecidas y aún se sigue en la búsqueda bajo los escombros. Sin embargo México es más fuerte que cualquier problema, pero nosotros súper frágiles ante la furia de la naturaleza.
Alguien en algún lugar del mundo seguramente suplicó como usted que octubre traiga a los mexicanos una nueva consciencia y reconexión con el planeta tierra, la casa con la que no hemos tenido compasión a pesar de los fenómenos naturales que nos invitan a ser respetuosos con tu medio ambiente.
Catástrofes por todo el mundo; muerte, destrucción y preocupación por llegar a Marte teniendo a la tierra en franca descomposición, es el reflejo del comportamiento humano.
Quisiera decirle ¡Feliz mes de octubre! Pero se leería como un sarcasmo luego de las dos personas que murieron y las más de 50 mil que resultaron afectadas en el sur de Tamaulipas por las lluvias torrenciales registradas este fin de semana, precipitaciones que trajeron más de 200 milímetros de lluvia que dejaron al máximo la capacidad del sistema lagunario de Tampico.
Desde la noche del sábado hasta pasado el medio día del domingo llovió y llovió en Altamira, Madero y Tampico; así como otras ciudades del abandonado norte de Veracruz. Unas 20 mil personas afectadas en Altamira, 30 mil más en Madero y cinco mil en Tampico fue el saldo oficial de una lluvia que lejos de poder ser disfrutada causó preocupación y lamentó por el fallecimiento de un hombre de aproximadamente 50 años de edad que en su distracción cayó en una zanja y fue arrastrado por la corriente unos 40 kilómetros hasta que sus restos fueron localizados; el otro difunto, un niño de 12 años que encontró en la lluvia y los charcos momentos de sana diversión pero de un momento a otro fue tragado por la tierra y murió ahogado; dos muertes que a conciencia pudieron haberse evitado.
Foto Fuerzas Federales rescatan cientos de tamaulipecos con problemas de inundaciones en el sur de la entidad.
Ahora Tamaulipas no solo llora a sus difuntos por la guerra del narcotrafico, también lamenta estás vidas que se suman a los centenares de pérdidas humanas a causa de los sismos del 7 y 19 de septiembre, pero ni así evitamos los ataques a la madre tierra y seguimos insensibles a las afectaciones que le causamos.
México sí es más grande que cualquier problema, pero el asunto será cuando la naturaleza nos cobre la factura de nuestro propio comportamiento.
Por lo pronto el DIF Tamaulipas destina ayuda a las familias afectadas, el Gobierno del Estado y autoridades municipales buscarán ejercer recursos del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales, que después de todo, nos quejamos pero allí está papá gobierno.
Por cierto no quiero terminar sin dejar de agradecer a la SEDENA, SEMAR y elementos del Doceavo Agrupamiento de la Gendarmería Nacional quienes en sus brazos y hombros rescataron a cientos de personas para que no murieran en la inundación.