Tampico, Tamaulipas.- Ubicado en la esquina de avenida Hidalgo y calle Eliseo Zamudio, en la colonia Lauro Aguirre de Tampico, el Instituto Mexicano de Gastronomía, que había estado operando desde hace unos 7 años, les informó este jueves a sus alumnos que debían salirse del plantel en ese mismo instante porque ya no operaría más, y que luego les darían sus papeles, lo que dejó totalmente desconcertados a los estudiantes, que suman un centenar aproximadamente.
El aviso se les dio personalmente, uno por uno y a puerta cerrada en la oficina de un encargado administrativo, lo que no los dejaba del todo tranquilos, dado que en muchos casos les faltaba sólo un mes, o un par de meses, para terminar.
«Y como nos veían adentro todavía, dialogando entre nosotros con apenas una copia simple en mano, sin sello y en la que supuestamente se comprometen a entregarnos después los documentos, la directora, Mireya Hernández, nos tronó sus dedos diciéndonos: ‘Salgan ya, no tienen nada qué estar haciendo aquí, se habló ya con todos ustedes’, y que nos echan literalmente a la calle.»
Es lo que explican en entrevista Benito Gómez, Jorge Bochas y otros jóvenes que, como ellos, cursaban la carrera de Cheff Profesional en esa escuela, donde, de acuerdo con lo que refieren, pagaban entre mil 700 y mil 900 mensualmente, dependiendo de su fecha de inscripción, y estudiaban tres horas diarias ahí.
Indican que una persona a quien les presentaron como representante del corporativo que maneja la institución en la Ciudad de México, y cuyo nombre es Omar Del Río, es quien les anunció el cierre del plantel, pero no les aclaró jamás la fecha en que según él les van a entregar su documentación, sólo se limitó a decirles que llegarían a domicilio los certificados.
Algo que tampoco les dejaron nunca en claro es si esa escuela de gastronomía está avalada por la SEP, porque a sus manos jamás han hecho llegar recibos de pago o boletas de calificaciones en las que venga un número de registro de validez oficial de estudios ante la secretaría, sino sólo papelería simple.
Ante esta situación dicen estar totalmente inconformes y con la inquietud de haber perdido su tiempo y dinero invertido, misma situación en la que están los estudiantes de la escuela de belleza Creazione, que pertenece a la misma institución y está en el tercer piso del mismo edificio.