El proceso de pérdida es unos de los más difíciles de asimilar por los seres humanos, pero dentro de todo la variedad de pérdidas que sufrimos, existe una que nos deja rotos y resentidos con y contra la persona que pasa de ser pareja para convertirse en “ex”.
Cuándo terminamos una relación, ¿qué posición tomamos? La verdadera fórmula está en dejar ir a la gente que pertenece al pasado. Si ya no está con nosotros es porque algo falló, cualquiera de las dos partes no se sintió feliz, existen muchos factores por los cuáles nos quedamos solos después de tener una pareja.
Si fuiste tú quién terminó la relación tal vez sea un poco más sencillo el proceso de ruptura, pero si por el contrario él/ella fue quién dijo adiós, nos resta sólo vivir un rato nuestro dolor. Guardar ese luto de pérdida y volver a ser lo que somos, porque somos seres individuales, somos seres inteligentes, y sobre todo autónomos.
Tal vez para las solteros sea un proceso más fácil por la ausencia de hijos, pero aún si fuiste casado, tienes que tener el valor, pero sobre todo, darte valor a ti mismo para afrontar las cosas. No importa que esa persona en cuestión se haya ido porque ya no te quería, o porque conoció a alguien más. Pero en caso de ser lo segundo, debemos dejarlo ir, la mala vibra sólo nos puede traer enfermedades físicas y emocionales.
Debemos de entender que todas las personas que llegan a nuestra vida, cumplen con una función, algunas se quedan y otras sólo están de paso. Nosotros debemos de estar conscientes de que la vida es así.
En todo eso consiste el amor por nosotros mismos, nadie, absolutamente nadie, debe de tener el poder de amargarnos la existencia. Repito, vivan su dolor, guarden su luto y después regresen a la vida, esa vida que depende de ustedes y de nadie más, y más aún hay cuando hijos de por medio. Entiendan que la vida no para por nadie, ni por un hombre, ni por una mujer. Así que si están pasando por el proceso de una ruptura, recuerda, la persona más importante en tu vida eres tú mismo, no quién se ha ido.
La fórmula es el amor propio y la adaptación, y si él/ella se encontró a alguien mejor o peor, que no te importe, ya no es asunto tuyo, déjalo ir… Esa es la clave: DÉJALO IR.