Altamira, Tamaulipas.- Silvia Cacho, secretaria general de la Asociación ganadera local, especializada en equinos, denunció que el Ayuntamiento de Altamira cometió robo y abigeato, a través de la Dirección de BienestarAnimal, al entrar a una propiedad privada y llevarse a una yegua que estaba en el lugar, llamando a los empleados «bola de cuatreros con licencia municipal».

En días pasados, la Dirección de Bienestar Animal, informó que había asegurado una yegua color tordillo, siendo trasladada a las instalaciones de esta dependencia para su resguardo hasta que llegara el dueño.

Al acudir el propietario, se le informó que debía pagar multas y gastos de arrastre y alimentación, a lo que el dueño de la yegua lo consideró un abuso, debido a que el animal fue tomado de un predio particular en el que la yegua estaba atada, por lo que no estaba deambulando en la vía pública.

Silvia Cacho, entró en defensa para señalar que se trata de un abuso por parte de la autoridad al ingresar a una propiedad privada para llevarse el animal.

«Por todos lados fue un robo, fue un abigeato, una bola de cuatreros con licencia municipal del Ayuntamiento de Altamira, fueron a robarse un caballo», dijo.

Desde hace varias semanas, el alcalde Armando Martínez, ha amenazado a los propietarios de ganado, señalando que serán asegurados y se cobrarán multas en caso de que se les vea a los animales deambulando en la vía pública.

En Altamira es común observar semovientes en fraccionamientos y avenidas, principalmente vacas y caballos que han provocado accidentes, lo cual ha sido reclamado por los afectados que se quejan de una evidente falta de acción de las autoridades.

*Algunas especies se vuelven un problema para la ciudadanía.*

Residentes de la colonia pescadores ubicada muy cerca del centro de Altamira, reportaron que cada vez se observan con mayor frecuencia ejemplares de fauna silvestre merodeando sus hogares; por la cercanía con la Laguna del Champayán, es común ver cocodrilos, mapaches e incluso nutrias.

Adrian Olvera Tavera, propietario del “salón casino Champayán”, ubicado en este sector, refirió que los animales empiezan a acostumbrarse a la presencia de las personas e incluso llegan a convivir al encontrarse a lo largo del día.

En su salón de eventos, es común que los mapaches sustraigan objetos personales como sandalias o ropa que dejan las personas para ingresar a la alberca, situaciones que toman de manera cómica.

Aunque este no es el verdadero problema, pues los propios mapaches han acabado con la vida de animales domésticos de los vecinos.

“También tenemos mapaches, hay 17 gallos que los mapaches han matado, 17 gallos, esos mapaches casi los estoy criando, tengo muchos mapaches que les doy de comer, una vez conté 17, mientras no salgan de su hábitat no están en la urbanización”, refirió.

Si bien, el problema no ha perjudicado a las personas de forma directa, el entrevistado comentó que sería bueno que las autoridades de ecología intervinieran, principalmente para salvaguardar la integridad de las nutrias que conviven con los cocodrilos, ya que estos mamíferos no son tan fáciles de ver en la zona sur de Tamaulipas.

La Procuraduría de la Defensa del Niño, la Niña, el Adolescente y la Familia ha registrado un aumento en las denuncias de adultos mayores que han sido despojados de sus tarjetas de Pensiones del Bienestar por parte de sus propios hijos. Francisca Arteaga Hernández, delegada municipal de la dependencia, informó que cada mes se atienden al menos dos casos en los que los hijos intentan quedarse con el control de la tarjeta y, por ende, con el dinero de la pensión.

«Nos hemos encontrado con situaciones en las que los beneficiarios no tienen acceso al dinero que les corresponde por la Pensión Universal o la Pensión del Bienestar porque uno de sus hijos tiene la tarjeta. En algunos casos, otro hijo acude a nosotros para denunciar que su hermano no está entregando el dinero a su padre o madre como corresponde», señaló Arteaga Hernández.

La delegada explicó que estos casos suelen implicar que los hijos asumen la gestión de la tarjeta del Banco del Bienestar bajo el pretexto de que sus padres no saben manejar los cajeros automáticos. Sin embargo, lo preocupante es que, en muchas ocasiones, el dinero no se utiliza en beneficio de los abuelitos, sino que se gasta en otros fines.

Arteaga Hernández enfatizó que la situación es delicada, ya que los adultos mayores se encuentran en una posición vulnerable y dependen de ese recurso para cubrir sus necesidades básicas. La delegación de la Procuraduría ha comenzado a intervenir en estos casos, ofreciendo asistencia legal y protección a los afectados.

Para aquellos que están pasando por una situación similar, la Procuraduría de la Defensa del Niño, la Niña, el Adolescente y la Familia pone a disposición su apoyo. Los interesados pueden solicitar ayuda llamando al teléfono 833 162 05 20 y agendando una cita para recibir orientación y acompañamiento en la defensa de sus derechos.

La funcionaria subrayó la importancia de que los abuelitos y sus familias conozcan sus derechos y busquen apoyo en caso de estar siendo afectados por este tipo de situaciones, recordando que la pensión es un derecho que debe ser respetado y utilizado exclusivamente para el bienestar de los adultos mayores.

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Un paso lento pero seguro, sin importar las inclemencias del tiempo y durmiendo donde los agarra la noche, es como “don chucho”, una persona de 60 años de edad, recorre el país a bordo de su bicicleta con el objetivo de predicar la palabra de Dios.

El es oriundo de Merida y desde octubre del año 2023, viaja por el territorio nacional en compañía de unos cuantos perros, gallos y patos, con quienes vive esta travesía.

Recientemente llegó al municipio de Altamira y fue bien recibido por la ciudadanía; en entrevista, dijo que asiste en compañía de un pastor de una iglesia y juntos, predican la palabra de Dios.

El propósito de los animalitos es lograr captar la atención de los niños, quienes hoy en día, se han olvidado de los asuntos religiosos por estar más apegados a la tecnología.

“Me acompañan tres perros, una gallina, dos gallos y un pato, estos me los regalaron los hermanos en Merida. Yo allá tengo más animales como 50 pollos, 20 perros y 50 gallos”, dijo.

“Don chucho” mencionó que el viaje inició cuando fue de visita a la casa de su mamá en el estado de Oaxaca, desde entonces, despertó su espíritu aventurero por diversos puntos del país.

Explicó que su destino es viajar hacia la frontera, llegando posiblemente a Matamoros o Nuevo Laredo y de manera posterior, viajando a Monterrey, en el estado de Nuevo León.

Las personas se han enterado de este caso vía redes sociales y no falta quien le lleve comida para el y sus compañeros, sin embargo, “don chucho” se gana la vida lavando carros que se encuentra en su camino.