Nuevo Laredo Tamps.- Con la visión de hacer una región entre ambos lados de la frontera, el gobernador electo de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, se ha reunido con alcaldes de Hidalgo, McAllen, Mission y Laredo, para dialogar sobre temas binacionales.
El mensaje de Cabeza de Vaca, es claro. Tener fronteras seguras y mejorar la vida de las familias de ambos lados.
En esta anhelada relación, se comparte la idea, de que lo que es bueno para Texas, es bueno para Tamaulipas.
El gobernador electo dijo: ”Sé que toda esta zona será un área competitiva y que entre ambos estados impulsaremos un mayor desarrollo económico”.
García Cabeza de Vaca ha mencionado en estas reuniones bilaterales, que quiere aprovechar la experiencia de sus homólogos texanos sobre el tema energético, además de impulsar proyectos para fomentar la generación de empleo y garantizar la seguridad de las familias.
“Vamos a hacer de esta región una de las más competitivas y prósperas, con la colaboración de todos y todas. Fortaleceremos la relación comercial, cultural y de amistad entre Tamaulipas y Texas”.
Este miércoles, Cabeza de Vaca se reunió con autoridades Aduaneras de Estados Unidos y México: ”Impulsaremos cruces más eficientes y más infraestructura, promoveremos a esta zona no de manera individual, sino como una sola región para atraer el interés de nuevos inversionistas”.
Y puntualizó, que se debe trabajar para agilizar los tiempos de cruce entre Nuevo Laredo y Laredo Texas.
El gobernador electo estuvo acompañado por el empresario y diputado local de Tamaulipas, Salvador Rosas Quintanilla.
En esta visión compartida, el objetivo principal es impulsar un mayor desarrollo económico que durante años ha estado estancado, es decir, aun compartiendo varios kilómetros de frontera y 17 puentes fronterizos, las relaciones entre ambos estados es distante.
El evento estuvo encabezado por el alcalde Suplente Mayor, Juan Narváez, la Cónsul de México en Laredo, Carolina Zaragoza, Phillip Linderman., Cónsul de Estados Unidos en Nuevo Laredo, el congresista Henry Cuéllar y el estatal Richard Raymond.
Por Verónica Cruz Frías
