Es una pena que un político, además de no cumplir con la satisfacción de los electores, se vea obligado por las circunstancias a aceptar públicamente que no puede con una determinada circunstancia. Es decir, al mandatario en cuestión le ha sido tan complejo gobernar que debe públicamente admitir que los gobernados se le treparon a las barbas.
Y es que a decir del propio Gobernador Cue, la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación superó los mecanismos de contención y control del gobierno de Oaxaca. Así lo tuvo que admitir el mandatario de esa entidad, Gabino Cué, quien esgrimió además que “esta es la principal razón que ha imposibilitado el registro de los controles de asistencia, la aplicación de descuentos y sanciones administrativas en el sistema educativo de nuestra entidad”. Con todo, dijo, “no soy rehén de ningún grupo”. Ajá… Que se lo crea a ver quién.
Y es que en reunión de trabajo realizada con la Segunda Comisión de la Permanente en el Congreso de la Unión, el gobernador oaxaqueño estableció que frente al severo déficit de infraestructura educativa “tengo el diagnóstico completo, pero lo que no tengo es dinero”, y subrayó que a pesar del severo retraso que tiene Oaxaca frente a otros estados y a pesar de la complejidad de las circunstancias locales, “preciso a esta soberanía que la reforma educativa en suelo oaxaqueño avanza y no se detendrá”.
Para ello, si bien se trabaja con las cúpulas magisteriales de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, al mismo tiempo resaltó que no se descarta el uso de la fuerza pública para la aplicación de los exámenes de evaluación de los docentes, “pero hasta ahora la opción es no generar violencia ni confrontaciones”, insistió.
Ante los reclamos de legisladores de Nueva Alianza y del Partido Verde, que incluso subrayaron que en los hechos los verdaderos rehenes de lo que ocurre en Oaxaca, son los niños y las niñas de la entidad, Gabino Cué dijo que su prioridad en los 15 meses que le restan de mandato será precisamente apoyar a la niñez para recibir educación de calidad y consideró que junto con la Federación, se trabaja para ir acotando las prebendas que de una u otra manera cooptan la reforma educativa en esta demarcación.
En la presentación del mandamás oaxaqueño ante diputados y senadores de todos los partidos, Cué resaltó que desde hace 23 años, en 1992, más del 92% del personal educativo oaxaqueño es sindicalizado, incluso sus mandos medios y superiores, “lo que ha impedido a los gobiernos estatales en turno, diseñar y operar una eficiente política que favorezca el desarrollo educativo de la entidad”.
Por lo pronto, la queja de Cué, la denuncia o la mea culpa, es que la Sección 22 de la CNTE supera los mecanismos de contención y control del gobierno de Oaxaca y lo ha hecho históricamente. Así lo admitió el gobernador Gabino Cué, quien esgrimió además que “esta es la principal razón que ha imposibilitado el registro de los controles de asistencia, la aplicación de descuentos y sanciones administrativas en el sistema educativo de nuestra entidad”. Y como final de película, Cué se dejó caer con una voz que retumbó en el recinto: “Con todo, no soy rehén de ningún grupo”.
Muy mal señor Gobernador Cué. Entonces, ¿para que llegó al poder en Oaxaca? Los ciudadanos exigen resultados en todos los ámbitos. Y a usted creo que los grupos no lo han dejado darlos. Y todavía le faltan 15 meses de gestión. No es el único en el país. Y eso es lo que nos daña y afecta a muchos mexicanos.
1. Es una pena que la página de CAPUFE y su número de emergencia, el #074, no dé el servicio que debería. Así lo reportaron varios usuarios quienes el sábado querían denunciar y preguntar sobre condiciones de las carreteras del organismo y nadie, ni por equivocación, respondió a los quejosos. Y no hablo de CAPUFE en Tamaulipas, ¡ojo!, hablo de CAPUFE nacional.
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