Pese a los recortes y ajustes financieros en México, la Reforma Energética, sigue siendo el “As bajo la manga” del gobierno federal. En Tamaulipas, igual es la baraja que pudiera dejar de lado el tema de la violencia y reactivar la vida económica y progresista de un estado convulsionado por la guerra que inició el esposo de Margarita Zavala y que ha cobrado miles de vidas y desaparecidos.
Entre que Tamaulipas quiere y no puede salir de terapia intensiva, Gustavo Adolfo Arballo Luján, presidente nacional de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) estuvo de visita para conocer las obras y proyectos venideros, además de saber cuáles son los que definitivamente ni siquiera se van a iniciar por la crisis económica y los ajustes del virrey, Videgaray.
La gira de trabajo de Gustavo Adolfo, significó para muchos constructores la oportunidad de tener mayor participación en la obra pública tamaulipeca, ya que solamente algunas compañías han tenido la dicha de participar en las construcciones ejecutadas a lo largo y ancho del estado durante el presente sexenio local; la repartición de los trabajos ha sido demasiado celoso y no precisamente por la falta de capacidad y profesionalismo de las constructores, sino porque solamente han dejado el quehacer en compañías muy allegadas al poder victorense, ese que hace hasta lo imposible por quedarse otros seis años más queriendo posicionar personajes tan opacos como el alcalde de ciudad Victoria, Alejandro Etienne Llano, pero cuando son tan pequeños no logran reconocer la ayuda que se les brinda, en este caso desde el centro del país.
Algunas de las obras que fueron presentadas por el mandatario tamaulipeco, Egidio Torre Cantú, al dirigente nacional de la CMIC, son: La construcción del acuaférico de Victoria, trabajos en vialidades, la modernización de la avenida Monterrey en el sur y en donde alguien con una mirada oscura construye sus oficinas en zonas prohibidas y los avances físicos de un puerto marítimo en Matamoros, cuyo avance dicen va en un 85 por ciento, entre otras. (Dictó un boletín de prensa)
En su gira de trabajo por Tamaulipas, el mero mero de la Cámara Mexicana, acudió a la ceremonia de graduación de Maestrías de la CMIC y colocó la primera piedra para la construcción del Centro de Capacitación CMIC Tamaulipas, que tendrá como objetivo prioritario, entrenar y preparar la mano de obra local para la llegada de las empresas que presumen se instalarán por la Reforma Energética, ojala esto sea un pronta realidad.
Desgraciadamente la noche del martes un niño de 7 años, recibió un balazo en la cabeza luego de que un comando armado atacó un convoy de la SEDENA en la ciudad de Matamoros, el reporte de salud del menor de edad fue reportado como grave sin que se sepa más al respecto.
El Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas (CIEST) ha sido, históricamente, un pilar fundamental en el desarrollo económico de nuestra región. Fundado hace más de 37 años, este organismo ha representado la voz unificada del sector empresarial, impulsando iniciativas que han fortalecido nuestra economía local.
Sin embargo, en los últimos años, el CIEST ha experimentado una preocupante pérdida de influencia y presencia en la opinión pública. Lo que alguna vez fue una entidad vigorosa y proactiva se ha convertido en un espectador pasivo de los abusos y atropellos gubernamentales, actuando más como un elegante receptor de elogios que como un defensor activo de los intereses empresariales.
La reciente toma de protesta de Alejandro Manuel Sobera Biotegui como presidente del CIEST para el periodo 2025-2026 representa una encrucijada crítica para la institución. La nueva mesa directiva, integrada por Lorena Rivera como vicepresidenta, César Reyes como tesorero, Jorge Charles como vocal, y Fernando Martínez, de Secretario enfrenta el desafío de resucitar a un consejo en agonía o, por el contrario, terminar de sepultarlo en la irrelevancia.
Sobera Biotegui no es ajeno al liderazgo empresarial. Su destacada trayectoria incluye la presidencia de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (AMASFAC) a nivel nacional entre 2019 y 2021, además de su participación en otras encomiendas dentro del CIEST.
Su intelecto y experiencia son innegables, pero la pregunta persiste: ¿será capaz de revertir la tendencia decadente del consejo o simplemente añadirá su nombre a la lista de líderes que permitieron su declive?
La importancia de una región con empresarios activos y vigilantes del actuar gubernamental no puede subestimarse. Cuando el sector empresarial asume su rol con firmeza, se convierte en un contrapeso esencial que promueve la transparencia y combate la corrupción. Ser testigos del progreso implica más que observar; requiere acción, denuncia y propuesta. El sur de Tamaulipas necesita un CIEST que retome su papel protagónico, que deje de ser un espectador y vuelva a ser un actor clave en el desarrollo regional.
En la intimidad… Es notable cómo, en menos de una década, la AMASFAC ha ganado espacios en organizaciones no gubernamentales de relevancia, llegando a presidir el CIEST. Han demostrado habilidad para integrar a los tres municipios del sur de Tamaulipas, consolidando su influencia en la región. Por ello, la elección de Sobera Biotegui no sorprende; más bien, refuerza la tendencia de liderazgo efectivo que la AMASFAC ha venido consolidando. Ahora, queda por ver si esta experiencia y dinamismo serán suficientes para revitalizar al CIEST y devolverle la relevancia que tanto necesita… Dicho sea de paso, Fernando Martínez es Director de Distrito Noreste en AMASFAC.
Por cierto, el secretario de Desarrollo Energético, José Ramón Silva presidió la primera sesión ordinaria del Comité de Control y Desempeño Institucional (COCODI) correspondiente al año 2025, donde se presentaron los objetivos alcanzados durante el ultimo trimestre del año 2024.
En la sesión, se dieron a conocer informes detallados sobre el Análisis de Desempeño de la Institución y la MIR del Programa Presupuestario de la secretaría.
En su intervención, Silva Arizabalo señaló la importancia del control y el desempeño institucional para la consolidación de una cultura organizacional basada en la rendición de cuentas, la eficiencia y el servicio público de calidad.
Además, comentó que el trabajo no se limita a la supervisión y evaluación de procesos, sino que también implica generar propuestas de mejora, promover la innovación y fortalecer los mecanismos que nos permitan alcanzar mejores resultados.
Este próximo sábado 15 de marzo, el gobernador de #Tamaulipas Américo Villarreal Anaya, presentará su III Informe de Actividades en el Centro de Convenciones y Exposiciones de #Tampico
Se espera una jornada cargada de cifras alentadoras, logros presumibles y una narrativa gubernamental optimista. Sin embargo, la verdadera interrogante no está en lo que el Ejecutivo estatal dirá, sino en la indiferencia con la que la ciudadanía tamaulipeca suele recibir este tipo de eventos.
Tamaulipas ha sido testigo de administraciones que, con mayor o menor acierto, han transitado por el ejercicio del poder sin que la población ejerza una vigilancia real sobre sus gobernantes. Más allá de los discursos que el próximo sábado se escuchen, la pregunta fundamental es: ¿hasta cuándo la sociedad dejará de ser una espectadora pasiva de la vida pública?
La rendición de cuentas no es una concesión del poder, sino una obligación. No obstante, un informe de gobierno es, en esencia, un ejercicio unidireccional si la ciudadanía no lo acompaña con un escrutinio serio. Tamaulipas necesita una sociedad crítica que exija resultados tangibles, que cuestione y demande que la administración no se limite a presentar números fríos, sino que transforme realidades.
No se trata de deslegitimar los avances que Villarreal Anaya presentará. La expectativa es que el gobernador exhiba un documento cargado de proyectos, de desarrollo económico, de mejoras en seguridad y de inversiones en infraestructura. Pero el verdadero termómetro de su gobierno no está en el discurso, sino en la manera en que la población percibe estos avances en su vida cotidiana.
La cercanía entre gobernantes y gobernados no debe ser un mero recurso de propaganda. La participación ciudadana es la clave para que cualquier administración se mantenga en un ejercicio de mejora constante. Si la población no exige, el gobernante no siente la presión de mejorar. Si la crítica y el debate político no forman parte de la cultura social, entonces el poder se ejerce con comodidad, sin contrapesos reales.
En la intimidad… En un Estado con profundas necesidades y retos latentes, la mayor amenaza no es un gobierno con deficiencias, sino una sociedad apática que le permite actuar sin exigencias. El informe de Villarreal Anaya puede estar repleto de aciertos, pero de nada servirán si la ciudadanía sigue mirando desde la barrera, sin involucrarse en el destino de su propio territorio.
Entramos al OBSERVATORIO y ajustamos las lentes para observar el movimiento ocurrido en este tercer año del gobierno de Américo Villarreal Anaya, pues este fin de semana será el informe y la sede estará en Tampico, en la zona sur de Tamaulipas.
El lema que el Gobierno del Estado mueve para este tercer año es que Tamaulipas avanza en la transformación con el liderazgo de Américo Villarreal, y al checar los números en las obras y acciones realizadas esto se confirma claramente.
La educación es uno de los temas más importantes para el gobernador tamaulipeco y la inversión para este sector es de notarse.
Tan solo en lo que corresponde a becas escolares, se han destinado 277 millones de pesos, para beneficiar a casi 11 mil estudiantes y además se les entrega apoyo en útiles escolares por 340 millones de pesos, para poco más de 600 mil alumnos.
Otro de los programas que se están destacando es el de Transformando Familias, en el que en coordinación con el Sistema DIF Tamaulipas, participan diferentes instituciones en diferentes puntos del estado para llevar apoyos de distinta índole.
Lo que se busca es mejorar las condiciones de salud, sociales, culturales y económicas de familias tamaulipecas de condiciones de marginación o de escasos recursos, lo que ha traído grandes beneficios en su calidad de vida, programa en el que se han entregado poco más de 1.4 millones de paquetes alimentarios.
Además de hoy en día se cuenta con el respaldo total del Gobierno Federal y tan solo basta ver que en programas federales se aplican más de 20 mil millones de pesos, que llegan realmente a los tamaulipecos.
Esta es la parte sensible, humana de los programas de gobierno, pero además se atienden temas de seguridad e inversión pública y privada para el desarrollo de la entidad.
Se han aplicado más de 19 mil millones de dólares en proyectos de inversión extranjera directa, con lo que conlleva al desarrollo de empresas locales y la generación de miles de empleos.
Uno de los casos de inversión a destacar es el de Walmart, que en este año tuvo un crecimiento en Tamaulipas, con la aplicación de 2 mil 500 millones de pesos, para la instalación de 20 nuevas sucursales.
Esto habla de la confianza y certeza que se tiene en la entidad para la inversión tanto nacional como extranjera.
Esto habla de que efectivamente, el liderazgo de Américo Villarreal, ha logrado que Tamaulipas avance en su transformación.
Seguiremos de cerca el desarrollo del informe este sábado en la Expo Tampico y recomendamos que lo siga a través de redes sociales.
Llegó el 8M, el primero que se conmemora con una mujer al frente de la presidencia de México, la primera vez que tenemos en Veracruz a una mujer como gobernadora, la primera vez que salen más de 200 mil mujeres en la marcha de la CDMX, la primera vez que madres marchan con sus hijas, que amigas se acompañan y gritan al unísono distintas consignas bajo un mismo punto: ser mujer. En medio de este día mostramos pañuelos morados, las calles se vislumbran desde los drones como si se llenaran de jacarandas, pero en realidad son mujeres compartiendo memorias de dolor, porque si hay una motivación detrás de cada mujer que sale en 8M con pancartas y gritos es la de pedir un mundo más justo, seguro y digno para el presente y futuro. ¿por qué es necesario realizar una marcha? Porque al menos en este día nos unimos bajo una misma petición, visibilizarnos, al menos en este día clamamos en conjunto ¡JUSTICIA!, por los feminicidios, por las dobles jornadas, por las desaparecidas, por la violencia que durante décadas hemos normalizado y también por los derechos que con las luchas se han alcanzado, sin dejar de reconocer todo lo que aún falta. Las marchas no son una forma de dividirnos entre mujeres y hombres, son una expresión pública para recordar nuestra existencia y que también no se borre la de quienes ya no están. El grito de justicia resuena fuerte porque, aunque tenemos mujeres al frente en puestos de toma de decisión siguen sin recibir atención las madres buscadoras, siguen sin esclarecerse los casos de quien no llegó a tener un caso mediático y aún pasan al olvido miles de historias. Pero el 8M también es un recuerdo de esperanza, donde resuena la palabra sororidad, donde sin importar nuestras perspectivas nos volvemos aliadas bajo un mismo género e intención, con el anhelo de que más allá de este día sepamos reconocer esta valía día con día, que la sororidad no se limite a marchar bajo un mismo propósito en una fecha particular, sino que se muestre en el apoyo cotidiano, aún cuando nuestra forma de pensar pueda no ser igual. La sororidad se muestra en el reconocimiento de esfuerzos que han permitido que nuestro país y algunos estados estén liderados por una mujer, pero también en la exigencia por una escucha atenta ante lo que aún está pendiente. Mientras haya mujeres sin oportunidades, comunidades donde las niñas dejan de serlo por verse forzadas a un matrimonio, mientras exista acoso, violaciones y feminicidios, seguirá una lucha y demanda constante que requiere dejemos de lado la apatía y la indiferencia.
No se requiere ser una víctima para reconocer la realidad, de ahí la necesidad de que el privilegio no nuble la empatía, pues no se tiene que vivir un daño para ser solidario. Las mujeres hoy más que nunca necesitamos formar una comunidad y no solo entre mujeres, sino una comunidad en humanidad, donde sumamos aliados que reconocen la necesidad de un mundo más equitativo para que podamos desprendernos de roles y etiquetas. Y si de avances se trata comencemos con pequeñas acciones, salarios justos y tratos dignos si tenemos personas a cargo, dejar de categorizarnos y respetar las diferentes creencias que tenemos aún en un mismo género, entender que no todas buscamos ejercer los mismos roles, pero sí los mismos valores: respeto, justicia y libertad. Que las decisiones que tomemos sean por elección y no por imposición. Que el 8M no quede en un día, que sea una muestra constante del punto al que queremos llegar, para que las memorias que resuenen ya no sean de dolor, esa empatía que compartimos en la marcha, sea la que mostremos en cada espacio, hagamos un pacto, cada día cuidémonos todas con la misma fuerza que lo hacemos en las calles, con el mismo valor, aunque en el resto de los días no tengamos un mismo color. Como último punto hago un llamado a nuestras autoridades, a nuestras líderes mujeres, a la presidenta Claudia Sheinbaum, a la gobernadora de Veracruz Rocío Nahle y a la titular de la Secretaría de Educación de Veracruz, Claudia Tello, pues como mujeres es su obligación dar respuesta a los más de 700 docentes que siguen en espera del pago de su seguro institucional, un derecho que desde gobiernos anteriores han detenido, dejando sin poder cubrir gastos médicos a múltiples docentes, entre ellos también muchas mujeres. Esa también es una lucha pendiente de la que seguiremos hablando hasta obtener justicia.