El canta autor argentino Facundo Cabral dijo con clara sapiencia: “Si tienes un gran sueño, debes estar dispuesto a un gran esfuerzo para concretarlo; porque sólo lo grande… alcanza lo grande”
HOY toma la decisión de hacerte cargo de la grandeza a la que por derecho propio eres merecedor, “HOY piensa en grande, sueña en grande, lucha por lo grande, ve tras lo grande, la búsqueda de un sueño grande”; es lo que hace que tengas porque vivir y porque luchar, a quien amar y que tu vida sea tan fecunda como interesante.
Por más tormentas que lleguen a tu barca, no desistas del sueño de ser merecedor de lo grande, de lo mejor, de lo espectacular, sólo necesitas interpretar los signos y señales, contactar con tu alma, ahí se encuentra el ¿para qué? y la verdad de tu vida.
Recuerda que para ir tras lo grande, la primera gran victoria es sobre ti mismo, cautívate, siéntete merecedor de lo mejor, redescubre el placer de los efectos y los afectos más intensos del milagro del nuevo amanecer y con ello de vivir, recuerda que: “Es más fácil enamorar a una mujer… que enamórate de ti mismo frente al espejo”
En tu vida soñar en grande, es comprender que la poderosa imaginería del ser humano, sobrepasa los límites de la realidad, que te ayudan a sentir y detonar tu poder personal, que es poderosamente infinito, que eleva tu autoestima y te conduce a ser cocreador de tu maravillosa historia.
Un ser sin grandes sueños, es como un gran crucero sin brújula, se extravía el rumbo en el mar de la vida; estamos hechos de realidad y de sueños que te preguntan ¿Porqué no? “¿Qué es la vida? Un frenesí, ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños… sueños son”1
Vivir y soñar en grande, pensar que si se puede, al final de cuentas son dualidad indisoluble, que te recuerda que llegaste a ésta carnalidad a entender el rompecabezas de la vida, a aprender, a hacer del amor una práctica constante que te lleve a ser amado, a crear, a creer en ti mismo, a no poner barreras a tu crecimiento, a ser luz que ilumina el camino y a hacer agradable y ligero tu viaje.
Si revisas tu vida encontrarás que hay algo que no has podido conseguir, ¿Por qué no has podido? simplemente… ¡Porque no has querido salir del círculo vicioso que genera tu zona cómoda! Porque has tenido miedo, –y el miedo es la frecuencia energética más baja, que rompe tu armonía con el universo.
Recuerda que el antídoto contra el miedo, es el amor incondicional, los grandes miedos del ser humano son: 1.- El miedo a la vejez; 2.- El miedo a la soledad y el abandono; 3.- El miedo a la enfermedad;
Nuestro colaborador Dr. Ramón Durón Ruiz, participó como ponente dentro del marco de actividades de la “Jornada de la Contaduría Pública 2015”, celebrada en la ciudad de Xalapa, Veracruz, con el Tema “La Felicidad es tu Destino” Ante un nutrido grupo de asistentes, Durón Ruiz agradeció al Colegio de Contadores Públicos de Xalapa, a su presidente CPC Héctor E. Mancisidor Rebolledo, la invitación a participar en importante evento, compartiendo con grandes conferencistas de la Contaduría.
4.- El miedo a la muerte, y 5.- El miedo a ser amado, HOY ¡amate!, –porque nadie puede dar lo que no tiene, el amor es tu fuente primaria, su poder genera un círculo virtuoso que renueva tu vida– piensa en grande, lucha, ve en la búsqueda de tu visión positiva de vida, cree en ti… ¡lucha por un sueño grande!
Resulta que a una pareja de la tercera edad –de casi 80 años–, la hormona de la sexualidad les estrujo todo su ser y acordaron contraer matrimonio. La mujer decidió que antes de la unión matrimonial, lo correcto era que ella fijara a su futuro cónyuge las reglas del matrimonio.
— Ahora que nos casemos, el rancho y la casa serán míos –Apercibió a su futuro marido.
— Por mí está bien, –respondió amablemente el viejecito.
— También será mía la camioneta último modelo que tienes –volvió a espetar la viejecita.
— Totalmente de acuerdo –dijo el futuro marido.
— ¡Ah! quiero tener sexo 12 veces al año, es decir una vez cada mes –dijo la viejita su último pedido… ¡emocionada!
El viejecito la miro amorosamente a los ojos y le dijo: — Anótame con uno… ¡EN JUNIO!