Opinión

Ciencia con brújula y territorio

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La Universidad Autónoma de Tamaulipas está dejando atrás el rol de espectadora para convertirse en una pieza que empuja, articula y define proyectos estratégicos en el país. En Cuernavaca, durante el InnovaFest Latam 2025 y el STS Forum Latam, el rector  Dámaso Anaya Alvarado no fue únicamente un invitado más, llegó con una agenda, con acuerdos y con una postura clara sobre el papel de la educación superior en la construcción de un México que sí apuesta por la ciencia.

La firma de la Declaración de Cuernavaca coloca a la UAT en un carril distinto. Se trata de un compromiso nacional —y medible— que busca ordenar prioridades, generar especialización y obligar a las universidades a rendir cuentas sobre su aportación al desarrollo. En un país donde muchas instituciones viven atrapadas entre rezagos administrativos y disputas internas estúpidas, la UAT decidió abrirse paso desde la cooperación y la tecnología.

Anaya Alvarado entregó al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, y al titular de la SEP, Mario Delgado, un Portafolio de Servicios que habla más fuerte que cualquier discurso. Pocas universidades públicas del país pueden acreditar tecnología aérea geoespacial al nivel que actualmente opera la UAT; pocas concentran equipamiento para estudio de zonas costeras y proyectos de energía, medio ambiente, logística, urbanismo y agricultura. Mientras otras instituciones siguen preparando mesas de trabajo, la UAT ya tiene los instrumentos en operación.

La presencia de Rosaura Ruiz Gutiérrez, titular de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, y del secretario general ejecutivo de ANUIES, Luis Armando González Placencia, permitió que la universidad se insertara en una conversación de alto calibre. No como invitada de cortesía, sino como participante. El mensaje que deja la UAT es directo: tiene con qué, y quiere estar en donde se toman las decisiones de futuro.

En Tamaulipas la agenda pública suele dividirse entre los temas de seguridad y de industrialización, pero, la UAT está reclamando un lugar distinto, y lo está consiguiendo con el del conocimiento como herramienta para el desarrollo y el del territorio como laboratorio vivo. Ese vuelco —si logra sostenerse— puede cambiar la relación de los tamaulipecos  con su propia economía.

En la intimidad… La playa Miramar volvió a llenarse de historias, anécdotas y política disfrazada de pesca deportiva. El torneo “Petroleros Buscando la Curvina 2025” rompió récord con más de 1 mil 400 cañas, una cifra que lo coloca entre los eventos playeros más grandes del país. Más allá del ánimo festivo, el encuentro dejó claro quiénes siguen marcando presencia en el corredor energético del sur de Tamaulipas.

Esdras Romero Vega, ese dirigente que nunca termina de irse del imaginario petrolero, recibió un homenaje permanente: a partir de esta edición, el torneo llevará oficialmente su nombre. Un gesto simbólico, pero cargado de lectura política para quien quiera verla.

En la clausura desfilaron figuras del sindicato, la dirigencia nacional encabezada por Ricardo Aldana Prieto, la secretaria general Fabiola Rodríguez Saucedo, la Dra  Ana María Herrera Guevara, el rector Dámaso Anaya Alvarado, cuya presencia confirma que la UAT está cuidando cada espacio donde se mueve la agenda energética.

Entre los invitados destacó Juan Dionisio Cruz Guerrero, director del Instituto Tecnológico de Ciudad Madero, quien recordó los 71 años de relación histórica entre el Tec Madero y el sindicato petrolero. Sus palabras sonaron a reafirmación de un pacto antiguo; la institución nació con el respaldo de la clase trabajadora petrolera y aún hoy depende de esa cercanía para mantener influencia en un municipio donde los liderazgos sindicales siguen pesando, sobre todo, el de Esdras Romero Vega.

Cruz Guerrero felicitó a los ganadores y celebró que estos encuentros sirvan para “fortalecer los lazos de amistad”. En realidad, fortalecen algo más, la visibilidad política de todos los involucrados, aunque, no todos los vistos son bien queridos.

Hay que tener presente que en Tamaulipas, incluso cuando se lanza la caña al mar, siempre hay algo más que pescar.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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