Después de más de 30 horas de bloqueo total en el puente El Moralillo, los habitantes afectados por las inundaciones en Pánuco, Veracruz, han decidido abrir de manera parcial y espaciada la circulación en la carretera federal Tampico–Valles.
Durante ciertos lapsos de una hora, los vecinos permiten el paso de vehículos, principalmente para facilitar el ingreso de transportistas con productos perecederos y para liberar a automovilistas que permanecen varados desde la noche del domingo. Sin embargo, el conflicto aún no se ha resuelto y la presión social continúa fuerte.
Personal de CONAGUA y del Ayuntamiento de Pánuco ya se encuentra en el lugar, pero todavía no se ha llegado a un acuerdo formal con los manifestantes. Las principales demandas son claras: bombas de mayor capacidad, la presencia del alcalde o del presidente electo, y compromisos reales que vayan más allá de promesas.
Las colonias afectadas, como Santa Elena, Lázaro Cárdenas, Ferrocarrilera, Malvinas y Laguna de la Costa, siguen bajo agua estancada, con niveles que alcanzan hasta un metro, daños materiales severos y condiciones sanitarias críticas.
“Las bombas que trajeron no sirven, el agua sigue subiendo. No es justo vivir así”, expresó Yolanda Hernández, una vecina que permanece en el punto de bloqueo.
Por su parte, los transportistas están cada vez más desesperados. Omar Ávila, operador que lleva más de 12 horas varado, comentó: “Ya no aguantamos más, no hemos comido, no hemos dormido. Pedimos respeto, pero también solución”.
El llamado de los habitantes es claro y contundente:
“Ya basta de promesas. Queremos que el presidente municipal venga, que camine entre el agua con nosotros. Solo así sabrán lo que vivimos.”
Por ahora, la circulación seguirá permitiendo el paso de manera intermitente, pero si no hay avances concretos, el cierre total podría reanudarse en cualquier momento.
