El poder, como los eslóganes, es efímero. Un día se vocifera desde un atril institucional y, años después, se reapropia con entusiasmo desde otro color político.
Lo vimos claramente el martes 6 de septiembre de 2022, en el Espacio Cultural Metropolitano, cuando el entonces alcalde panista Jesús “Chucho” Nader proclamó con voz firme y pecho henchido de orgullo: “Tampico está de moda”. En ese momento, acompañado por una regidora morenista de perfil discreto, Mónica Zacil Villarreal Anaya —sí, hermana del actual gobernador Américo Villarreal—, el panista pintaba un panorama envidiable de su administración.
Tampico se había convertido, según Nader, en un municipio limpio, seguro y moderno; un lugar donde el puerto había recobrado su esplendor.
Palabras poderosas, sí, pero también estratégicas. Nadia se pudo imaginar que Nader no solo hablaba del presente, estaba sembrando un relato para el futuro. Y hoy, casi tres años después, ese palabrerío ha sido rescatado —o más bien, reciclado— por quien ahora ostenta la presidencia municipal: la propia Mónica Zacil Villarreal Anaya.
La vocería de la alcaldesa morenista acaba de lanzar una infografía celebrando el “Éxito Turístico en el Puente del 1 al 4 de Mayo de 2025”, donde, más allá de las cifras sorprendentes (43 mil 560 visitantes, 40 millones de pesos en derrama económica, y 35 charters provenientes de Nuevo León, San Luis Potosí y Reynosa), lo que verdaderamente resalta es el eslogan con el que se remata la pieza visual: “¡Tampico está de moda con su riqueza natural, histórica y cultural!”.
Lo que en 2022 fue una consigna panista, hoy se viste de guinda… o al menos lo intenta, porque la paleta de colores elegida para la infografía parece ignorar deliberadamente los códigos gráficos de Morena.
Y así, en medio del oportunismo político, lo que parece de moda no es solo Tampico, sino el juego del discurso del rival. No se trata de quién gobierna mejor o quién genera más turismo, sino de quién logra una mejor narrativa de éxito, como si tuviera mayor valor que los planes de gobierno, y es que lo simbólico pesa tanto como lo real.
La política en Tampico, como en todo México, se ha convertido en una pasarela donde hasta los lemas ajenos se vuelven atuendos reusables. Pero cuidado, porque el discurso puede vestir, pero no gobierna. Y por mucho que se lo griten al viento, la moda también pasa… y el juicio de la historia, no ¿No me creen? Pregúntele a Gustavo Torres Salinas.
En la intimidad… Feliz cumpleaños al diputado local panista Pepe Schekaiban Ongay, que este seis de mayo celebra sus 25 primaveras más 26, y seguramente lo va a hacer trabajando. Ese tipo no sabe hacer otra cosa más que trabajar y sin distingos partidistas ¡felicidades, diputado! El hombre que puso en alto el nombre de Tampico con una simple escoba.
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