Entramos al OBSERVATORIO, ajustamos las lentes y apuntamos hacia el Ejército Mexicano que, a pesar de los movimientos buenos y malos que se han presentado a lo largo de su historia, se mantiene como una institución a la que la mayoría de los ciudadanos le tiene confianza y sabe que con su poderío, si se lo permitieran, pudieran acabar con la delincuencia o al menos debilitarla fuertemente.
Hoy es Día del Ejercito Mexicano y es una oportunidad para reconocer el valor y el trabajo que diariamente realizan y han realizado en los momentos de crisis de nuestro país, de acuerdo al tiempo en el que se han vivido.
El mestizaje creado con ADN de los combatientes tlaxcaltecas y demás tribus guerreras, con el de los españoles, fueron formando lo que poco a poco se convertiría en lo que hoy conocemos como las Fuerzas Armadas de la Secretaría de la Defensa Nacional, lideradas claro por nuestra actual presidenta Claudia Sheinbaum, como la Comandante Suprema.
Existieron episodios muy dramáticos y lamentables en los que participó el Ejercito, sin embargo se trataron de decisiones tomadas por políticos, que como mucho lo que hacen, no es para beneficiar al pueblo o a sus gobernados, sino para satisfacer intereses particulares o de grupo, de un grupo muy reducido, una élite política.
Igual se reconoce su participación en la defensa del territorio, que nuevamente por decisiones de políticos, no pudieron hacer más de lo que se les permitía y en algunas ocasiones resultaron ser acciones en las que ya se había perdido o negociado, dirán algunos, en la mesa de políticos.
Hoy en día, su participación mayormente es al interior de nuestro territorio nacional. En la defensa de la soberanía de nuestro país, contra los cárteles de la droga, que se han metido hasta en procesos electorales.
Con el paso de los años se han capacitado en diferentes áreas además de modernizar su armamento y equipo para realizar mejor su trabajo. Se aceptan colaboraciones en labores de inteligencia y se esperan resultados.
En una época en la que la propaganda gringa exalta el valor de sus fuerzas armadas como la solución a los problemas del mundo, lo que quiera que eso sea como pretexto de meterse en otros países, es momento de que nuestro Gobierno también promueva la fuerza del Ejercito y se les permita lo que saben hacer, defender a nuestro país y a los mexicanos de quienes le quieren hacer daño. Sea de manera interna o externa.