La seguridad nacional no es un concepto abstracto ni una cuestión exclusiva del Gobierno, sino un pilar fundamental en la vida de todos los mexicanos. Conocerla y comprender su importancia es una responsabilidad que debe inculcarse desde la formación académica, razón por la cual la visita del General de Brigada del Estado Mayor Enrique García Jaramillo al Tecnológico Nacional de México – Campus Ciudad Madero (Tec Madero) cobra una relevancia especial. Su conferencia, titulada «Difusión de la Cultura de Seguridad Nacional», representa un esfuerzo significativo por sembrar en nuestra juventud la conciencia de que la defensa de la patria y el fortalecimiento de nuestros valores nacionales son tareas de todos.
Desde principios del 2000, México ha sido escenario de una guerra de bajo perfil, librada entre los cárteles de la droga y el Estado mexicano. Esta lucha, que en sus momentos más críticos desestabilizó regiones enteras del país, encontró en Tamaulipas una de sus principales trincheras. No obstante, el despliegue de estrategias de seguridad bien estructuradas ha logrado cambiar el panorama. Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, la llegada del Gabinete de Seguridad Nacional a Tampico marcó un punto de inflexión. Se implementó una zonificación territorial para contener la violencia y, años después, la estrategia ha rendido frutos: hoy, Tampico es considerada una de las ciudades más seguras del país.
Sin embargo, la tranquilidad que se respira en esta región no debe tomarse como un triunfo definitivo. La paz no es un estado permanente, sino una construcción constante que requiere del compromiso de todos los sectores de la sociedad. Es en este punto donde la formación de los estudiantes en valores nacionales y en cultura de seguridad cobra una importancia capital. Solo con ciudadanos informados, conscientes de los desafíos que enfrenta México, podremos garantizar un futuro estable y prxico, podremos garantizar un futuro estable y próspero.
En la intimidad… La lucha contra el crimen organizado no puede ser exclusiva de las Fuerzas Armadas o de los cuerpos de seguridad; requiere una participación activa de la sociedad civil. Es fundamental que cada ciudadano asuma su responsabilidad en este proceso: denunciando actividades ilícitas, fortaleciendo el tejido social y promoviendo la educación como la mejor herramienta contra la delincuencia. La paz que hoy disfrutamos en varias zonas de Tamaulipas es el resultado de años de estrategia y compromiso, pero solo se mantendrá si la sociedad y el Estado trabajan juntos para erradicar los últimos vestigios de violencia que aún persisten. El futuro de México depende de ello.
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