La naturaleza ha hablado y, una vez más, nos recuerda que sus cambios y caprichos no están sujetos a la voluntad de nadie.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido un aviso claro y contundente: el frente frío número 25, impulsado por una masa de aire polar, ya está en camino hacia la frontera noroeste y norte de México, trayendo consigo bajas temperaturas, heladas, bancos de niebla, lluvias y vientos fuertes. Esto no es un simulacro, y mucho menos una oportunidad para jugar al valiente.
Los efectos de este sistema no son menores. Se esperan chubascos y lluvias fuertes en el noreste, oriente y sureste del país. El litoral del Golfo de México, el istmo y el Golfo de Tehuantepec enfrentan un evento de “Norte” con rachas de viento que alcanzarán hasta 100 km/h, mientras que las costas del Pacífico también estarán azotadas por oleajes de hasta 3 metros. Todo esto podría provocar inundaciones, deslaves y accidentes de todo tipo, sobre todo para quienes decidan ignorar las recomendaciones.
El problema no es la falta de información. La advertencia está en todos lados: medios de comunicación, redes sociales y canales oficiales. A estas alturas, no cuidarse es una irresponsabilidad personal que no puede ser achacada al gobierno o a las autoridades. Ellos, con sus recursos limitados, hacen su parte; pero la responsabilidad de resguardarse, abrigarse y evitar riesgos innecesarios recae en cada uno de nosotros.
No está de más reiterarlo: si no tienen que salir, quédense en casa. Eviten usar anafres o calentadores en espacios cerrados sin ventilación, pues el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono es real. Si deben manejar, extremen precauciones en las carreteras y manténganse atentos a los reportes meteorológicos. También es fundamental ser solidarios: revisen si sus vecinos, sobre todo adultos mayores o personas en situación vulnerable, necesitan ayuda.
Es momento de ser responsables y de entender que enfrentarse al frío sin tomar precauciones no es valentía, sino imprudencia. La prevención no solo salva vidas, también reduce la carga en hospitales y servicios de emergencia, que ya están al límite.
En la intimidad… Ya se dieron cuenta que el ingeniero Omar Hernández Leines, gerente de la COMAPA Altamira, quien celebró ayer su cumpleaños. Sin hacer alarde ni buscar reflectores, ha asumido con entereza y compromiso su labor al frente de este organismo.
En una época donde los políticos suelen priorizar las palabras sobre los hechos, su enfoque técnico y su dedicación lo posicionan como un ejemplo de acción responsable al servicio del pueblo de Altamira. No será un santo ni una moneda de oro, pero su trabajo habla por sí mismo ¡grata sorpresa!
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