Entramos al OBSERVATOTORIO, ajustamos las lentes y dirigimos la mirada un punto que ha tenido anomalías, que podrían no tener explicación alguna, en el comportamiento de esos astros. Durante años, Ciudad Madero ha quedado rezagado en el sur de Tamaulipas. Por más movimientos y cambios que ha sufrido, ese punto en el espacio tamaulipeco no logra destacar lo suficiente. ¿Será que este nuevo trienio tenga algún cambio sustancial? Lo veremos.
Pasaron cien días de la Administración de Erasmo González Robledo, que llega con el partido Morena muy consolidado en materia política. Esta es su segunda experiencia en el Ayuntamiento de Ciudad Madero, pues recordemos que fue por un tiempo, tesorero, en los tiempos de Guadalupe González Galván, quedándose además como alcalde suplente los últimos 10 meses de 2007. Su tercera, si contamos que seguramente visitó a su padre cuando fue alcalde de este municipio maderense a principios de los 80s.
Son pocos los que se cuentan como familiares directos en un cargo de elección popular similar. En la historia reciente contamos a Oscar Pérez Inguanzo, que no le fue muy bien. Están los hermanos Joaquín y Juan Hernández Correa y ahora Erasmo. En las zonas ejidales es más común que las familias se roten los cargos públicos, incluyendo Altamira.
Pero a Erasmo le toca la pesada carga de ser mejor alcalde que lo que han dejado esas familias que se han tenido en el sur de Tamaulipas.
No es tarea fácil, pues Madero tiene un retraso prácticamente en todas las áreas, el cual se agudizó en los últimos seis años, en que estuvo su predecesor Adrián Oseguera, quien pudiera ser calificado como el peor alcalde de la época moderna.
Pasaron los primeros cien días de Erasmo y aunque quería darse una idea de cómo estaba el Municipio, no se imaginaba el desorden que se escondió bajo la alfombra.
Aun así, ha logrado avanzar con lo básico, que es el mantenimiento de la infraestructura urbana, con el inicio de pavimentaciones en diferentes puntos y la rehabilitación de la avenida Obregón, que no se hacía desde tiempos de Lupe González y el Bulevar López Mateos, que en los últimos años se hizo de manera ineficiente.
A partir de este año es el bueno para Erasmo, deberá sacar adelante los proyectos de los que tanto se habló durante su periodo como diputado y que él sabe cómo concretarlos, retomar el orden, dinamismo y desarrollo de Playa Miramar, mejorar las finanzas y la correcta aplicación de los recursos para hacer más con lo que se tiene. Todos los maderenses tienen puestos los ojos en Erasmo González.
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