La secretaria de Finanzas del Gobierno de Tamaulipas, Adriana Lozano Rodríguez, consolidó su presencia como una figura clave en el gabinete de la Cuarta Transformación en el estado. Este martes, la hija pródiga de Matamoros inauguró un módulo adicional de atención de la Oficina Fiscal de Tampico, localizado en la zona norte del municipio, con el objetivo de facilitar y agilizar los trámites de la ciudadanía.
Con esta acción, que forma parte de las instrucciones del gobernador Américo Villarreal Anaya, Lozano Rodríguez refuerza su perfil como una de las principales cartas de Morena en Tamaulipas, incluso proyectándose como una de las aspirantes a la sucesión estatal cuando el mandatario concluya su administración.
Durante la ceremonia, Lozano Rodríguez reconoció la colaboración de la alcaldesa de Tampico, Mónica Zacil Villarreal Anaya, por las gestiones realizadas para la apertura de este módulo. «Ha mostrado un gran interés por aperturar este espacio en la zona norte de Tampico, donde podrán realizarse trámites como licencias de conducir, pagos de placas, engomados y tarjetas de circulación», señaló la tesorera estatal.
El nuevo módulo se encuentra ubicado en la calle Josefa Ortíz de Domínguez 201, entre las Avenidas 2 y 3, en la Colonia Laguna de la Puerta. Brindará atención a los contribuyentes de lunes a viernes, en un horario de 8:00 a.m. a 2:30 p.m.Asimismo, Lozano Rodríguez informó que la Oficina Fiscal ubicada en el centro de la ciudad continuará operando con normalidad.
Este esfuerzo por mejorar la infraestructura fiscal no solo beneficia a la ciudadanía tampiqueña, sino que también pone de manifiesto el compromiso de Adriana Lozano por fortalecer la administración pública estatal, consolidando su influencia y posicionamiento en el espectro político local.
En la intimidad… Desde Ciudad Victoria, la percepción de los alcaldes del sur de Tamaulipas no es la más favorable. En la reciente comida del gobernador Américo Villarreal Anaya con representantes de los medios de comunicación, las opiniones expresadas no fueron del todo amables.
Se perciben como lentos en su gestión tanto Mónica Zacil Villarreal Anaya, de Tampico, como Erasmo González Robledo, de Ciudad Madero. En contraste, Armando Martínez Manríquez, de Altamira, destaca como una figura con “hambre” de resultados y con una ruta bien trazada para su administración.
Mientras que Mónica y Erasmo parecen aún atrapados en la inercia, Armando muestra un dinamismo que no solo destaca en el sur, sino que resuena en todo Tamaulipas. Quizá, esta comparación debería ser un llamado de atención para quienes están al frente de dos de los municipios más emblemáticos del estado.
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