Opinión

Sheinbaum, y el desafío de la transformación en un Tamaulipas marcado por la inseguridad

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El Polyfórum de Nuevo Laredo, se llenó este fin de semana de esperanza y expectativas con la primera visita de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo a esta entidad norteña, golpeada históricamente por la inseguridad.

La mandataria llegó no solo con promesas, sino con compromisos concretos para reforzar la estrategia social de la Cuarta Transformación, extendiendo su mano a los sectores más vulnerables y dolidos del Tamaulipas castigado por su geografía y logística delictiva. 

Durante el evento, la presidenta enfatizó su compromiso con la continuidad de los programas sociales, una bandera clave del movimiento morenista.

Aseguró que el próximo año se destinarán más de 800 mil millones de pesos a programas como la Pensión Bienestar para Adultos Mayores, Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro y becas para jóvenes de preparatoria, además de introducir tres nuevas iniciativas: 

1. Apoyo a mujeres de 60 a 64 años, reconociendo por primera vez su labor como cuidadoras y pilares del hogar.

2. Becas universales para niñas y niños de escuelas públicas, asegurando que nadie quede fuera del derecho a la educación.

3. Salud Casa por Casa, un ambicioso programa que, a partir de febrero, llevará atención médica directamente a los adultos mayores y personas con discapacidad.

Sin embargo, la visita de Sheinbaum a Tamaulipas también se vio marcada por un telón de fondo ineludible: la inseguridad. Como comandante suprema de las Fuerzas Armadas, su liderazgo en este tema se sigue con gran expectativa; Tamaulipas, una entidad que ha vivido los embates de la violencia durante décadas, espera resultados tangibles en materia de seguridad pública. 

El gobernador Américo Villarreal Anaya, presente en el evento, destacó que los programas sociales benefician a más de 700 mil tamaulipecos con una inversión proyectada de 18 mil 781 millones de pesos para 2024. Además, subrayó el inicio del Programa Nacional de Vivienda, que atenderá a más de 43 mil familias en el estado, reafirmando la alineación de Tamaulipas con los objetivos nacionales de justicia social y desarrollo sostenible. 

No obstante, Villarreal no ignoró la urgencia de un México más seguro. Su mensaje dejó entrever que el trabajo conjunto entre su gobierno y el federal será clave para enfrentar los desafíos más apremiantes de la región. 

La llegada de Claudia Sheinbaum como presidenta a Tamaulipas representa más que una visita protocolaria. Es un termómetro del rumbo que tomará su administración en un estado clave para la geopolítica nacional. Sus decisiones, especialmente en el ámbito de la seguridad, serán escrutadas por una ciudadanía que ha aprendido a sobrevivir en medio de la incertidumbre, pero que anhela un futuro distinto. 

Sheinbaum tiene el respaldo de los tamaulipecos en el terreno social, pero su verdadera prueba será demostrar que también puede liderar en el ámbito militar y de seguridad pública. Su discurso es claro y prometedor, pero en un estado dolido como Tamaulipas, lo que cuenta son los resultados. ¿Será esta visita el primer paso hacia la transformación integral que tanto necesita la región? 

Por ahora, los tamaulipecos, aunque esperanzados, siguen vigilantes.

En la intimidad… En un grave golpe a la infraestructura hídrica de la región, el sistema lagunario de Tampico y Ciudad Madero ha perdido 50 millones 400 mil metros cúbicos de agua en tan solo 19 días, un desastre que refleja la desidia y la ineficacia en la gestión del recurso más vital para la población.

Las filtraciones en los diques, particularmente en los más antiguos y frágiles, continúan sin resolverse gracias a la administración dilatoria de la COMAPA SUR.

Las costaleras de arena “colocadas” por Raúl Quiroga Álvarez, secretario de Recursos Hidráulicos, y su gente en la Zona Metropolitana de Tampico, son una irrisoria solución  improvisada que no solo es insuficiente, sino que evidencia la falta de un plan serio y a largo plazo para garantizar el suministro de agua.

Este método, no tiene ningún respaldo científico ni técnico que asegure su efectividad a largo plazo. Y mientras el agua sigue escapando, la crisis avanza a pasos agigantados. En paralelo, la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (COMAPA) de la región enfrenta una creciente crisis operativa.

El segundo semestre del año disparó los costos operativos debido a la turbidez del agua en Tampico y Ciudad Madero, lo que ha generado un gasto adicional superior a los 10 millones de pesos mensuales, según, Sergio Luis Villarreal Bricston, gerente comercial de la COMAPA Sur, claro, habría que ver cómo se han incrementado sus ingresos y sus gastos.

Pero no son solo las cifras financieras las que preocupan. La mala gestión de la COMAPA Sur impacta directamente en la calidad de vida de los habitantes. No solo se ve reflejada en un aumento de los costos operativos, sino que también pone en riesgo la salud de los ciudadanos al comprometer la calidad del agua que consumen, exponiéndolos a posibles brotes de enfermedades y aumentando la vulnerabilidad de la población.

Este es un claro reflejo de la ineptitud y la falta de visión a largo plazo de las autoridades. No basta con parchar los diques ni improvisar soluciones, se necesita un proyecto integral que resuelva la crisis del agua de manera definitiva. Mientras tanto, los costos para los ciudadanos —tanto en dinero como en salud— seguirán creciendo.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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