Más de 600 pescadores de la Laguna de Champayán, en Altamira, se encuentran afectados debido a la falta de vigilancia en el área, lo que ha permitido que pescadores independientes utilicen redes irregulares que amenazan la sostenibilidad de las especies.
La situación, denunciada por Hermelindo Demis Turrubiates, integrante de la Asociación Cooperativa de Lagunas y Ríos del Sur de Tamaulipas, ha llevado a los pescadores organizados a solicitar apoyo a las autoridades federales, exigiendo medidas de supervisión en la laguna.
“La última vez que personal de Conapesca ingresó a la laguna para labores de vigilancia fue hace un año. Desde entonces, el recurso pesquero se ha visto mermado por personas que no respetan las medidas mínimas establecidas”, declaró el entrevistado.
Explicó que tras una temporada de sequía que afectó gravemente la reproducción del pescado, la recuperación del nivel del río permitió el ingreso de alevines de pequeño tamaño, que ahora deben alcanzar la talla número cuatro para cumplir con las normas de captura.
Sin embargo, pescadores independientes, operando sin restricciones y con mallas inadecuadas, han estado extrayendo peces de menor tamaño.
“Nosotros, como cooperativas, respetamos la talla mínima de captura, pero los pescadores libres no lo hacen. Solo hay seis embarcaciones, pero están agotando el recurso al no respetar las normas”, añadió.
Las 17 cooperativas de Altamira actualmente están en periodo de veda, pero los “pescadores libres” continúan operando sin regulación, generando una situación de desventaja para los pescadores organizados. Los integrantes de estas cooperativas han entregado oficios a Conapesca, pidiendo no solo vigilancia en la zona, sino también una regulación estricta para evitar el uso de mallas inadecuadas.
“El Catán que están sacando no llega ni siquiera a un kilo, y se lo están llevando así. Es urgente que nos pongan atención y se implementen medidas para proteger los recursos de la laguna”, finalizó.