Un penetrante olor a chapopote ha invadido amplias áreas de las colonias Benito Juárez y Santa Elena, en el municipio de Altamira, debido a una nueva fuga de hidrocarburo en las líneas que conectan la refinería Francisco I. Madero con la de Cadereyta, en Nuevo León.
Esta filtración es una de las tantas que se han registrado este año, lo que genera alarma entre los residentes del sector.
Verónica González, vecina de la colonia Benito Juárez, indicó que el derrame inició hace aproximadamente mes y medio.
A pesar de que ella y otros habitantes han notificado en varias ocasiones al personal de Petróleos Mexicanos (PEMEX), que transita regularmente en la zona, las autoridades de la paraestatal no han tomado acción inmediata.
“Al principio pensamos que algo se había caído de las camionetas, pero la mancha siguió creciendo hasta que vimos que era un brote de chapopote”, relató la entrevistada.
De acuerdo con Francisco Pérez Ramírez, secretario del ayuntamiento de Altamira, el personal de PEMEX ha reconocido que la línea presenta un desgaste considerable, lo que facilita este tipo de incidentes.
Sin embargo, las reparaciones han sido parciales y enfocadas solo en las áreas afectadas. Esta situación ya ha generado, en promedio, dos filtraciones mensuales a lo largo del año, principalmente de crudo y gasolina, en zonas rurales.
Vecinos de la colonia Miramar, cercana a la zona afectada, señalaron que desde hace tres días PEMEX trabaja para reparar la fuga. Sin embargo, esta situación preocupa, pues los olores en el ambiente han comenzado a causar irritación en los ojos y ardor de garganta entre los residentes.
La situación refleja la necesidad urgente de un plan integral para mejorar el estado de las líneas de hidrocarburo y evitar futuros riesgos para la salud de los habitantes de Altamira y la preservación del medio ambiente en el área.