Nuevo Laredo, Tamaulipas – A pesar de las supuestas recientes rehabilitaciones realizadas por la administración de Carmen Lilia Canturosas, la calle Washington, desde las vías del tren hasta la intersección con Yucatán, se ha inundado nuevamente tras las lluvias recientes. Este problema recurrente ha generado gran descontento entre los vecinos, quienes se sienten abandonados por la gestión municipal.
La inundación actual se suma a un patrón de fallas en el mantenimiento y reparación de infraestructuras en la ciudad. Hace poco más de un año, un socavón en la calle Amado Nervo obligó a reparaciones urgentes. Aunque se realizaron trabajos de reparación y cambio de tuberías en esa área y en la calle Washington, los problemas persisten. Los residentes aseguran que, a pesar de las inversiones y las promesas de mejora, las calles siguen enfrentando serios problemas de drenaje y inundaciones tras cada lluvia.
“Es frustrante ver que, a pesar de las obras y de que nos dijeron que todo estaba arreglado, cada vez que llueve enfrentamos las mismas inundaciones. La calidad del trabajo de Obras Públicas deja mucho que desear,” comentó Raúl González, vecino afectado.
La falta de efectividad en las reparaciones realizadas por la dependencia encargada de las obras públicas, combinada con la complacencia aparente de la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas, ha exacerbado los problemas de drenaje en diversas partes de la ciudad.
A las quejas se suman las observaciones de otros sectores de Nuevo Laredo, donde también se han reportado fallos similares en la infraestructura. Los vecinos de estas áreas cuestionan la calidad de las obras y la gestión de los recursos públicos destinados a la rehabilitación de calles y sistemas de drenaje.
La administración de Canturosas enfrenta así un creciente malestar por parte de la ciudadanía, que demanda soluciones efectivas y duraderas para los problemas de infraestructura. La repetición de fallos en las reparaciones subraya la necesidad urgente de revisar y mejorar los procedimientos de mantenimiento y supervisión de obras públicas, para evitar que los problemas de drenaje y las inundaciones continúen afectando la calidad de vida en Nuevo Laredo.