Por: Zaira Rosas
zairosas.22@gmail.com
París, la ciudad del amor, donde por primera vez compiten más mujeres que
hombres representando a México en los juegos olímpicos, quisiera hablar del
esfuerzo de nuestros atletas que pese a falta de apoyos deportivos, están dando
lo mejor de sí, logrando ya una primera medalla de bronce en tiro con arco, sin
embargo el punto de atención nacional no cruza tantas fronteras, está al norte con
los cambios políticos en el país vecino, las declaraciones de quien podría ser el
próximo presidente de los Estados Unidos o la detención de uno de los
narcotraficantes más buscados: “El Mayo” Zambada.
Podríamos hablar también de Venezuela y sin duda será un tema obligado en los
próximos días dependiendo los resultados de las elecciones, deberíamos al
menos seguir de cerca un proceso electoral tan irregular donde el llamado a un
cambio es visible hacia el exterior, pero se pone en duda con todas las
restricciones que el mismo gobierno en turno pone para ejercer el voto. La
situación de este país no debería sernos ajena pues lo que ocurre en América
Latina es un punto de referencia para entender también los cambios sociales de
nuestro país.
Aún con tantos titulares necesarios, el tema urgente sigue siendo el narcotráfico y
la seguridad en México, no es una declaración menor que Donald Trump diga que
a nuestro país lo administran los cárteles y que estos pueden quitar al presidente
de México en dos minutos, es parte de su estrategia política dar estas
declaraciones, sí, aunque no es secreto el poder que han acumulado los cárteles
en décadas donde incluso pueden llegar a ser venerados por brindar más apoyo a
las comunidades que el mismo gobierno.
También es una realidad que el dinero del narcotráfico es el que sostiene a un
gran porcentaje del sistema político en nuestro país, prueba de ello son los
atentados a periodistas donde se les desaparece y tortura por instrucciones de
quienes están al frente de poder. Estos crímenes son una prueba de un vínculo
perpetuo entre gobernantes y narcotraficantes, que, si bien ha sido más evidente
en niveles locales, las declaraciones del juicio del “Chapo” deberían recordarnos
este vínculo entrañable.
“El Mayo” Zambada llevaba 35 años bajo la búsqueda de ambos gobiernos,
Estados Unidos había ofrecido 15 millones por información al respecto y en
México no hubo señales que ayudaran a localizar a uno de los capos más
buscados, fue más fácil que un periodista como Julio Scherer García fuera a su
encuentro en 2010, haciendo una de las entrevistas más loables en la historia,
pero el gobierno de nuestro país no había logrado o querido contacto alguno.
El pasado 25 de julio fue capturado al igual que Joaquín Guzmán López, ambos
líderes del Cartel de Sinaloa, quienes no necesariamente tenían una estrecha
relación por lo que todavía no está claro si fue un acto de traición o una
negociación, sin duda estas detenciones representarán también cambios en la
estrategia de distribución de drogas, otorgando quizás mayor poder a otros grupos
criminales como el Cartel Jalisco Nueva Generación.
En el caso del Mayo Zambada acumula décadas de experiencia en el mundo
criminal, su CV delictivo sería un gran referente para la cultura del Narco, pues
comenzó con figuras como Miguel Ángel Félix Gallardo y Amado Carrillo, para
terminar en una sociedad con “El Chapo”. Hasta este momento se desconoce
información sobre la captura o entrega de los narcotraficantes. El abogado de “El
Mayo” dice que su cliente fue llevado con engaños por parte de Joaquín Guzmán
López. El juicio y más declaraciones quedan pendientes y habremos de estar
atentos pues la información que tienen es crucial para entender el futuro del
comercio de narcóticos en México y Estados Unidos, pero también para
comprender a nuestro sistema político.
Aún con declaraciones directas respecto a los vínculos del gobierno y el
narcotráfico es posible que en México no cambie gran cosa, pues ha sido la
misma población la que durante 35 años posibilitó que grandes capos como “El
Mayo” estuvieran en libertad, una parte impulsada por miedo pero otra quizás
mayor por gratitud, porque son estos cárteles quienes han brindado un desarrollo
considerable a sus comunidades y espacios, no es casualidad que Netflix apueste
tanto por series que veneran al narcotráfico, pues hay detrás una cultura de
aceptación al respecto.
Mientras tanto el gobierno en turno de ambas naciones, los candidatos del norte y
la presidenta electa de nuestro país tienen muchos retos y respuestas pendientes
pues aunque en algunos lados al narcotráfico se le venera, hay miles de
ciudadanos que exigen una propuesta contundente para el manejo de drogas y la
restauración de la seguridad a ambas naciones.