El párroco de la iglesia Santiago Apóstol de Altamira, Bernardo Arredondo Segura confirmó que la estructura requiere una rehabilitación del cien por ciento, pues el tiempo, clima y la humedad están cobrando factura al longevo edificio.
El entrevistado mencionó que la iglesia ha sufrido desprendimientos de revoque, por ello, ha sido necesario acordonar algunas áreas como la cúpula y la fachada.
El párroco Bernardo Arredondo dijo que el Instituto Nacional de Antropología e Historia, ya intervino para verificar que la rehabilitación se lleve a cabo de acuerdo a los lineamientos establecidos.
El entrevistado comentó que hasta el momento no tiene cálculos de cuánto costará la reparación de la iglesia y que la dependencia será quien autorice los trabajos, al ser un templo que tiene 260 años de haber sido construido.
“Ahorita está acordonada una Rea dentro del templo en el que pudiera haber un riesgo, por precaución y se asegurará que no vuelva a pasar un desprendimiento”, acotó.
Pese a los urgentes trabajos, el párroco Bernardo Arredondo mencionó que el edificio es seguro pues se han celebrado misas de manera reciente.
Por su parte, el INAH colaboró una mezcla provisional de acuerdo a sus indicaciones, esto, mientras se realiza el proyecto de rehabilitación.