Recientemente, la iglesia Santiago Apóstol de Altamira fue notificada por autoridades de protección civil municipal, pues se recomendó llevar a cabo un examen estructural para conocer el estado que guarda la edificación de más de 200 años de antigüedad.
El paso de la tormenta tropical Alberto provocó el desprendimiento del revoque de una torre de campanario de la iglesia, sin embargo, recientemente se reportó el desprendimiento del revoque de la cúpula.
Al respecto, el párroco, Bernardo Arredondo, informó que la humedad ha provocado el reblandecimiento del material en los llamados puntos débiles, situación que trajo el desprendimiento del revoque.
El entrevistado dijo que solicitaron apoyo de la dirección de Protección Civil para llevar a cabo una inspección del templo.
«Hemos pedido la ayuda de protección civil, que nos haga el favor de revisar y que no haya ningún punto de riesgo y queremos entablar un diálogo con el INAH para que nos oriente», señaló.
El párroco Bernardo Arredondo reconoció que se tiene que hacer la restauración en toda la iglesia, por tanto, no descartó la contratación de un arquitecto especialista en la rehabilitación de edificios históricos, cuyo trabajo podría realizarse con recursos que pueda proporcionar el estado, el INAH y los esfuerzos de la iglesia.
