La frase que da pie a mi colaboración me la dijeron hace un par de días. Más allá de comparar la elección con una competencia deportiva, como si fuera una simple pelea de box, considero que sí hubo vencedoras y vencidas, ganadores y perdedores. Sin embargo, el pasado 2 de junio también nos deja ver a una gran parte de la sociedad convencida de la forma de gobernar de la administración federal.
Además de los programas sociales y un sinnúmero de apoyos a los más necesitados y a otros no tanto, también hubo un sector de la sociedad de clase media y media alta, escondida en un closet y silenciosa, que votó a favor de Morena. En otros casos, como en Tampico, simplemente dejó de ir a votar.
Después de tomar la decisión de darle un giro a mis colaboraciones en Milenio, Tamaulipas, no incluir entrevistas, procedí a realizar algunas, logré conversar con Rosa González, Mónica Villarreal, Pepe Schekaibán y Carlos Fernández, por cuestión de agenda no se realizó la de Erasmo González, pero está prometida.
En todos los casos el eje de las entrevistas fue conocer sus puntos de vista en temas que a mi juicio podrían ser de interés de los lectores, y aportar un perfil diferente como personas y políticos.
A estas alturas los ganadores ya recibieron sus constancias.
¿Qué sigue ahora?
Empezar a definir lo que será su equipo de trabajo, en el entendido de que dejarán a un lado la trillada frase de “las mejores mujeres y los mejores hombres”, pero lo más importante, no ser rehenes de los “compromisos de campaña”; se supone que quienes participaron en ellas lo hicieron de manera desinteresada en aras de alcanzar un beneficio para la comunidad, ¿o no?
¿Qué nos queda?
Seguir cuestionando y señalando como hasta ahora el desempeño de las autoridades a nivel municipal, estatal y federal.
Preguntar y preguntar aquello que consideremos sea incorrecto y reconocer objetivamente lo que hagan con el dinero público, que como todos sabemos y debemos tener en claro, no es de un gobierno en específico, es de todos aquellos que pagamos impuestos y si se emplea de una manera incorrecta, exponerlo.
Soy fan de Xóchitl Gálvez desde que irrumpió en el gabinete de Vicente Fox, y desde aquel entonces conocí su historia de vida, y vi cómo sufría con la selección mexicana en el mundial de Japón/Corea del Sur en 2002. También por su irreverente forma de hacer política, pero sobre todo reconozco de ella que le va al mejor equipo de México, al Cruz Azul, como muchos que votaron por Morena.
