Por: Zaira Rosas
zairosas.22@gmail.com

La administración de Donald Trump comenzó con un retroceso en derechos humanos al no reconocer a las personas transexuales, no binarias o de género fluido, de igual forma solicitó que las mujeres trans sean trasladadas a centros penitenciarios para hombres y que les sean suspendidos sus tratamientos hormonales.

La hija de uno de los hombres más poderosos detrás de la victoria de Trump es
una mujer trans, sin embargo, su padre dice que a su hijo lo mató el virus de la
cultura woke, al respecto también se ha pronunciado el actual presidente de
argentina, señalando esta ideología como un cáncer que se expande hacia el
feminismo por lo que busca poner fin a la figura del feminicidio y las leyes de
paridad de género.
La ideología “woke” hace referencia a un despertar social, donde la desigualdad
no puede ser tolerada, donde se toman en cuenta las minorías y empatizamos con
múltiples realidades, pero para algunos dirigentes de grandes naciones donde ha
ganado una extrema derecha parece que la igualdad no es una opción pues limita
intereses personales.
No importa que estemos ante una era de información masiva con acceso a todo
tipo de plataformas de comunicación pues al final estas terminan al servicio de
figuras de poder, bastó un mensaje para corroborarlo después de que la
plataforma de videos “tiktok” que supuestamente desaparecería en Estados
Unidos, volviera con un mensaje enalteciendo el trabajo de Donald Trump para
recuperar la comunicación que él mismo había bloqueado.
¿Estamos ante un circo como muchos intentan hacernos creer? ¿es esta una
simulación? O es más bien el desencanto de quienes creen merecerlo todo y
apuestan por una superioridad a costa de otros, pues, aunque haya quien niegue
la realidad aún ante imágenes brutales que demuestran lo contrario, es evidente
que estamos viviendo una era de lucha de ideologías, no hay puntos neutros y la
tibieza no tiene lugar, nuevamente nos dividimos entre derechas e izquierdas.
En esta era abundan datos, surgen constantemente teorías como nuevas
tendencias de comunicación, sin embargo seguimos profundamente
desinformados y como no estarlo si los grandes conglomerados digitales
poseedores de nuestros datos para conocer a profundidad nuestra manera de
pensar y lo más sensible de nuestra ideología son quienes se ponen al servicio de
grandes figuras del poder o al menos se vuelven sus grandes consejeros, bajo
estas acciones no es difícil imaginar un mundo donde nuevamente los medios
tienen el control de cómo actuamos y pensamos.

Y es que no hay mayor ilusión que decir que el poder está en nosotros en medio
de plataformas que en realidad controlan entes mayores. Lo que antaño radicaba
en la radio, la prensa y la televisión, hoy se traslada a las plataformas digitales y
es que no se trata únicamente de Elon Musk, si no de Jeff Bezos limitando al
Washington Post para que no brindara apoyo a Kamala Harris. Mark Zuckerberg
liberando todo tipo de información falsa bajo el discurso de libertad de expresión y
aún más importante es el control de las narrativas donde dudamos de lo
verdaderamente humano.
Si las plataformas permiten la creación de discursos xenófobos que incitan a una
división constante en la sociedad, no es de extrañar que el miedo a lo desconocido
ponga al frente de las naciones a líderes extremistas que al tener el control de la
narrativa tienen también por ende el control de sus votantes.

La situación en Tampico y la zona conurbada ha sido tema de conversación en los últimos días, especialmente tras los resultados de seguridad que, como bien mencionó la presidenta municipal Mónica Villarreal, no son los mejores. En sus declaraciones más recientes, la alcaldesa pidió a los medios de comunicación “no alarmar” a la población y enfatizó que, si bien los desafíos en esta área son evidentes, su gobierno está comprometido en tomar medidas eficaces para mejorar la seguridad. Es importante no perder de vista que el fenómeno de la inseguridad no es exclusivo de Tampico, pero tampoco debe restar valor a las acciones concretas que ya están en marcha.

Este lunes 27 de enero, la alcaldesa tendrá una oportunidad clave para hablar de los logros y retos de su administración durante los primeros 100 días. En un evento programado en el Espacio Cultural Metropolitano a las 18 horas, Mónica Villarreal presentará un informe pormenorizado de su gestión, y lo hará en un contexto de alta expectación, pues el enfoque de su gobierno, de acuerdo con lo que ha trascendido, será un modelo humanista, cuyo principio rector será la prosperidad compartida. Esta visión pone a la gente en el centro de todas las decisiones, con especial énfasis en los grupos más vulnerables de la sociedad.

Se espera que la alcaldesa, además, detalle las acciones emprendidas en áreas clave como el bienestar social, la promoción turística, el desarrollo deportivo, y la seguridad pública. También, se hará un balance de los esfuerzos en la mejora de servicios públicos, la infraestructura urbana y el fortalecimiento de la identidad cultural y artística. En palabras sencillas, un repaso de los primeros avances del Plan Municipal de Desarrollo 2024-2027.

Lo interesante es que este informe no solo será presencial. A fin de hacer más accesible el contenido para toda la ciudadanía, se transmitirá en vivo a través de las plataformas digitales y redes sociales del gobierno municipal, garantizando que cualquier persona, ya sea en Tampico o más allá de las fronteras del país, pueda seguirlo en tiempo real.

Pero más allá de los aplausos y de las promesas que podrían deslizarse durante este informe, lo que realmente importa es qué tanto se logra cumplir a lo largo de los próximos años. La historia nos ha mostrado que muchos políticos, tras sus primeros 100 días, se sienten cómodos en la idea de que la mayoría de la gente solo recuerda lo que se dijo en esos primeros meses. Es por ello que la atención de los ciudadanos debe estar puesta no solo en lo que se presenta, sino en lo que se concreta.

En la intimidad…  Mónica Villarreal tiene ante sí una oportunidad única para demostrar que el cumplimiento de las promesas no es un tema de vanas palabras, sino de acción continua. Los ciudadanos deben estar atentos, no solo para celebrar lo que se promete, sino para exigir lo que se debe cumplir. Que este no sea otro gobierno de discursos vacíos, sino de hechos tangibles. El compromiso está en sus manos, y el tiempo será su mayor juez.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

Con la promesa de transformar la imagen urbana de los Pueblos Mágicos y fortalecer su atractivo turístico, dio inicio en Tula, Tamaulipas, el programa «Rutas Mágicas de Color».

Este proyecto busca renovar 13 fachadas y espacios públicos emblemáticos, respetando los lineamientos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para la conservación de edificios históricos. Aunque la iniciativa a primera vista parece positiva, también abre la puerta a una reflexión crítica sobre los verdaderos alcances de la gestión turística en Tamaulipas.

Benjamín Hernández Rodríguez, secretario de Turismo del estado, destacó el impacto del gobernador Américo Villarreal Anaya en el crecimiento turístico. En su intervención, subrayó que Tula recibió más de 639 mil visitantes en 2024, un incremento del 274.54% respecto al año anterior. Sin embargo, detengámonos a analizar más a fondo: ¿Es esta cifra un reflejo del desarrollo sostenible o simplemente una respuesta efímera a iniciativas aisladas?

El programa plantea una inversión considerable para embellecer puntos estratégicos como el DIF Municipal, la Presidencia Municipal y el Corredor Turístico “Arroyo Loco”, entre otros. No obstante, si bien la renovación de espacios públicos genera una mejor percepción y fomenta el orgullo comunitario, la falta de una estrategia integral que incluya infraestructura, conectividad y promoción más ambiciosa limita su impacto.

El secretario Hernández Rodríguez participó activamente en las labores de renovación, brocha y rodillo en mano, junto al presidente municipal René Lara Cisneros. Sin embargo, en su papel como responsable del turismo tamaulipeco, el reto va mucho más allá de pintar fachadas. Tamaulipas cuenta con una riqueza natural y cultural que debería posicionarlo como un referente nacional, pero hasta ahora, los esfuerzos parecen quedarse cortos ante su verdadero potencial.

¿Dónde están los programas que integren tecnología, innovación y promoción internacional? ¿Qué hay de la colaboración con el sector privado para generar experiencias turísticas completas? Es necesario que el secretario y su equipo aspiren a más y ofrezcan resultados tangibles y duraderos que trasciendan lo estético.

En la intimidad…
Mientras el turismo pinta sus fachadas, en otro frente de la administración tamaulipeca se construyen las bases para un futuro más prometedor en infraestructura hídrica. La Secretaría de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social, bajo la dirección de Raúl Quiroga Álvarez, en coordinación con CONAGUA, la ASE, la Secretaría de Bienestar y el SAT, presentó los objetivos del Plan Municipal de Infraestructura Hidáulica.

Este plan, que deriva del Plan Nacional Hídrico impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum, busca garantizar un acceso equitativo al agua y promover un desarrollo sostenible. La integración de distintos niveles de gobierno en esta iniciativa es un recordatorio de que, cuando se priorizan las verdaderas necesidades de la población, los resultados pueden ser tan funcionales como transformadores. Quizá este sea el ejemplo que el sector turístico tamaulipeco necesita seguir para alcanzar su verdadero potencial.

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La naturaleza ha hablado y, una vez más, nos recuerda que sus cambios y caprichos no están sujetos a la voluntad de nadie.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido un aviso claro y contundente: el frente frío número 25, impulsado por una masa de aire polar, ya está en camino hacia la frontera noroeste y norte de México, trayendo consigo bajas temperaturas, heladas, bancos de niebla, lluvias y vientos fuertes. Esto no es un simulacro, y mucho menos una oportunidad para jugar al valiente.

Los efectos de este sistema no son menores. Se esperan chubascos y lluvias fuertes en el noreste, oriente y sureste del país. El litoral del Golfo de México, el istmo y el Golfo de Tehuantepec enfrentan un evento de “Norte” con rachas de viento que alcanzarán hasta 100 km/h, mientras que las costas del Pacífico también estarán azotadas por oleajes de hasta 3 metros. Todo esto podría provocar inundaciones, deslaves y accidentes de todo tipo, sobre todo para quienes decidan ignorar las recomendaciones. 

El problema no es la falta de información. La advertencia está en todos lados: medios de comunicación, redes sociales y canales oficiales. A estas alturas, no cuidarse es una irresponsabilidad personal que no puede ser achacada al gobierno o a las autoridades. Ellos, con sus recursos limitados, hacen su parte; pero la responsabilidad de resguardarse, abrigarse y evitar riesgos innecesarios recae en cada uno de nosotros. 

No está de más reiterarlo: si no tienen que salir, quédense en casa. Eviten usar anafres o calentadores en espacios cerrados sin ventilación, pues el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono es real. Si deben manejar, extremen precauciones en las carreteras y manténganse atentos a los reportes meteorológicos. También es fundamental ser solidarios: revisen si sus vecinos, sobre todo adultos mayores o personas en situación vulnerable, necesitan ayuda. 

Es momento de ser responsables y de entender que enfrentarse al frío sin tomar precauciones no es valentía, sino imprudencia. La prevención no solo salva vidas, también reduce la carga en hospitales y servicios de emergencia, que ya están al límite. 

En la intimidad…  Ya se dieron cuenta que el ingeniero Omar Hernández Leines, gerente de la COMAPA Altamira, quien celebró  ayer su cumpleaños. Sin hacer alarde ni buscar reflectores,  ha asumido con entereza y compromiso su labor al frente de este organismo.

En una época donde los políticos suelen priorizar las palabras sobre los hechos, su enfoque técnico y su dedicación lo posicionan como un ejemplo de acción responsable al servicio del pueblo de Altamira. No será un santo ni una moneda de oro, pero su trabajo habla por sí mismo ¡grata sorpresa!

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