«A medida que se acerquen las campañas y las elecciones, tendremos más desinformación y ataques, porque la derecha y la ultraderecha, no solamente en Tamaulipas sino también en el mundo, siempre han sido así».
La declaración anterior corresponde al vocero de Seguridad Pública del estado, Jorge Cuéllar y la hizo en torno al homicidio de la tía del futbolista Rodolfo Pizarro, donde afirmó que no se cometió secuestro alguno. Esto último difiere de la orden de aprehensión ejecutada contra Eduardo Alfonso, presunto homicida, donde se establece que fue por el delito de secuestro agravado.
Retomando la entrada de esta colaboración, hablar de «derechas y ultraderechas» es una vez más polarizar, por parte de la izquierda tamaulipeca, la situación que se vive en la entidad. Porque si se habla de ataques desde las tinieblas azules hacia la administración estatal morenista, también, desde este espacio, podemos hacer hincapié en el empeño de minimizar la situación que se vive, ahora en su totalidad, en todo el territorio tamaulipeco.
La frontera y en particular Reynosa, que es el epicentro de actos de inseguridad y violencia, se empeñan en contrarrestar la postura oficial del Gobierno de izquierda que manda en Tamaulipas.
Es indispensable que las autoridades de la administración liderada por Américo Villarreal Anaya reconsidere la posición adoptada por la Secretaría de Seguridad Pública. La negación o minimización de hechos contundentes no solo constituyen desinformación, sino también actos que, en cierto punto, atacan la percepción pública.
En este contexto, la importancia de abordar la realidad con transparencia y responsabilidad se vuelve crucial para forjar una confianza duradera con la ciudadanía.
Es fundamental superar la polarización y centrarse en estrategias efectivas que aborden de manera integral la seguridad en Tamaulipas, reconociendo la complejidad de la situación y trabajando en pro de soluciones que beneficien a todos los habitantes de la entidad.
De lo contrario y como bien dice Jorge Cuéllar, conforme se acerquen las campañas los ataques entre derechas e izquierdas subirá de intensidad, recordar el tema “Cardona” o la Delincuencia Organizada financiando a ciertos políticos de todos los partidos.
Los augurios no se vislumbra nada positivos.