La construcción de candidaturas políticas en el país revela la diversidad de procesos, desde proyectos sólidos gestados a lo largo de varios años hasta candidaturas que surgen de manera repentina, planteando interrogantes sobre su fundamento y contenido, en la mayoría de los casos carentes de esencia.
El alcalde Chucho Nader buscará seguramente la diputación federal, proponiendo a la legisladora Rosa González como la candidata a sucederlo en la alcaldía. Lo anterior fue planteado de manera no oficial en días pasados, siguiendo como en antaño a la tradición priísta, tal vez por algo tiene puntos de coincidencia.
Destaca la lealtad asumida por José Schekaibán al interior del tablero azul, al aceptar su no candidatura a la presidencia municipal y sí aspirar a una diputación local, un factor poco común en la política actual, que merece atención en tiempos donde la fidelidad es escasa y quienes se muestran inconformes ahora pueden olvidar sus orígenes.
La participación de Magda Peraza fortalece la alineación del equipo blanquiazul, buscando capitalizar su experiencia en lo que se anticipa como una contienda desafiante.
La oferta de Morena presenta candidatos que, en su mayoría, llegaron a sus cargos por delante de la avanzada, generando críticas sobre méritos y la exclusión de compañeros de partido.
Se plantea que el verdadero desafío para el grupo político de Chucho Nader va más allá de la frontera entre Tamaulipas y Estados Unidos, y los contendientes son los hermanos Cabeza de Vaca, añadiendo una complejidad extrema al escenario electoral.
La próxima contienda a nivel nacional, Tamaulipas y en Tampico se presenta como un enfrentamiento entre trayectorias consolidadas y desafíos emergentes. La lealtad, la experiencia y la capacidad de adaptación serán determinantes en un proceso donde el tiempo es un recurso irrecuperable. Ahora sí, se prepara la pintura de guerra y seguramente en los próximos días veremos lo que pocos se imaginan, todo en aras de llegar a la candidatura oficial por los diversos partidos políticos.
