Alguien no está haciendo su trabajo o lo está haciendo muy mal en Tampico y Ciudad Madero, hasta el momento no se puede decir ocurra lo mismo en Altamira, el otro municipio del sur de Tamaulipas.
Con una población que rebasa el millón de habitantes la zona conurbada es un ejemplo de crecimiento y desarrollo, hasta aquí todo parece bien.
El tema se vuelve complicado cuando se presentan las responsabilidades y consecuencias que eso significa.
Demanda de servicios, movilidad, transporte y un tema que debería estar permanente en la agenda de los gobiernos federal, estatal y municipal, Protección Civil, pero que desafortunadamente pareciera se toma en cuenta únicamente cuando ocurre un siniestro.
En menos de 45 días se han presentado tres incidentes en los cuales desafortunadamente la perdida de vidas humanas es el común denominador.
El derrumbe de la losa de la iglesia de la Santa Cruz, en Ciudad Madero, la caída de una estructura deportiva en Tampico y el colapso de un edificio en la zona centro del puerto, dejaron 15 fallecidos y 64 lesionados.
Otra coincidencia es la omisión por parte de las autoridades de Protección Civil y dependencias como Servicios Públicos y Deportes, por no cumplir con una parte de su trabajo.
La primera tiene bajo su responsabilidad la inspección de los inmuebles para verificar cumplan con todos los requisitos de operación.
Mientras que las dos últimas a cargo de José Schekaibán y Marcelo Cazaubón, sus titulares deberían estar al pendiente, sin preferencia alguna y sin distracciones, de todas las instalaciones deportivas de Tampico.
En particular lo ocurrido en el área deportiva del parque público de «La Borreguera», en donde falleció un menor luego de caerle una portería, fue el resultado de la nula supervisión y por lo tanto la falta de mantenimiento a la infraestructura.
Los alcaldes de Tampico y Ciudad Madero, Chucho Nader y Adrián Oseguera, pareciera tienen al enemigo al interior de sus respectivas administraciones, por la forma tan ligera en que operan las dependencias en cuestión.
Nunca es tarde para hacer cumplir con sus obligaciones a los funcionarios bajo su mando, antes de que se presenten otros accidentes.