Hasta hace unos meses se pensaba en el puerto de Tampico, último reducto del panismo en Tamaulipas, como un triunfo asegurado en las votaciones del próximo año 2024, las circunstancias han cambiado y el riesgo de llevarse una derrota está latente.
Lo inusual de este escenario es precisamente que las causas de una probable catástrofe azul no se está gestando por agentes externos al partido, obedece más bien a un harakiri político en donde las diferentes facciones del PAN se turnan el puñal para extinguir la esperanza de su militancia y simpatizantes.
“Vas a contar conmigo y con Aída siempre, para que sigas al frente del partido y nos vamos a morir en la raya junto contigo. Sabes de qué estamos hechos, te escogimos y aquí vas a estar, duélale a quien le duela”, el emotivo mensaje de Chucho Nader, líder panista en el puerto, solamente tuvo un efecto motivador en Nora Gómez y unos cuantos.
El daño ya estaba hecho al darse a conocer la suspensión a la también diputada local por la Comisión de Orden y Disciplina Intrapartidista.
Una batalla azul en donde lo llamativo será conocer quiénes van a quedar en pie en la arena política. Rosa González, Mon Marón y Pepe Schekaibán, son los rostros más visibles, no hay que descartar que al más puro estilo del priismo aparezca un “tapado”, esa figura que logre unir a los grupos, complicado, más no imposible.
En el bando morenista jaibo la situación pareciera menos complicada.
Al menos la legisladora, Ursula Patricia Salazar, “familiar no identificada” del presidente, Andrés Manuel López Obrador, la secretaria del trabajo en la entidad, Olga Sola y la hermana y regidora de Tampico, Mónica Villarreal, parecieran tener un pacto de no agresión, al menos de manera pública.
Pero como suele suceder y resultado del ADN priista que llevan la mayoría de los funcionarios de Morena federales, estatales y municipales, están supeditados a los designios del gran elector y que va más allá de la capital tamaulipeca. Por el momento navegan en aguas políticas tranquilas y sin sobresaltos.
En cuanto al PRI aún cuenta con algunos cuadros que siguen fieles al Frente Amplío por México, sería interesante saber si ese mismo respaldo sería posible en otro municipio que no fuera Tampico, seguramente el viento los llevará en otra dirección muy pronto.
Conforme transcurran las semanas los escenarios cambiarán y el acomodo será otro, mientras que los partidos que si son chiquitos en Tampico seguirán haciendo política con selfies.
