Mientras los familiares de las víctimas de la tragedia de la iglesia de la Santa Cruz y la sociedad en general, esperan respuestas por parte de las autoridades a sus exigencias de justicia, en otro punto de Tamaulipas la realidad vuelve a superar la ficción.
1.-Si bien las denuncias ciudadanas en redes sociales de balaceras, bloqueos o persecuciones son temas de todos los días, es decir, los tamaulipecos estamos acostumbrados a la violencia. Pero lo que vino a romper con ese esquema de cotidianidad fueron los videos que circularon en días pasados.
Las «benditas redes» mostraban a un grupo de conductores de cerca de 14 tractocamiones obligados por un comando armado, a derramar la gasolina que transportaban en sus unidades.
En un acto que seguramente llevó varias horas, se muestra en una brecha, al parecer cercana a Matamoros, a los choferes tirar el hidrocarburo porque al parecer pertenecía a otro grupo delictivo y afectaba los intereses del grupo Escorpión, una venganza entre el crimen organizado y una exposición de la inoperancia de las fuerzas federales y estatales.
2.-La administración estatal sigue su curso y arranca el segundo año del gobernador, Américo Villarreal Anaya, con nuevas denuncias en contra de funcionarios de la administración de su antecesor, el panista, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien al parecer ya desempeña el papel del expresidente, Felipe Calderón.
Las investigaciones han dado como resultado que la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción tome registro de los presuntos delitos cometidos por funcionarios de primer nivel. El asunto es que ya es tiempo de actuar y no solamente politizar y “empapelar” el tema, de lo contrario un nulo proceder hacia los presuntos responsables dejará la percepción de un gobierno débil y que sigue dando palos de ciego.
3.-En mayo del año pasado el presidente, Andrés Manuel López Obrador, firmó un convenio de colaboración en materia de salud con el gobierno de Cuba, en donde se contemplaba la llegada de personal médico a México, lo cual provocó severas reacciones de un sector de la sociedad, criticando la acción porque se aseguraba desplazaría a los doctores mexicanos.
La idea era que el personal médico cubano asistiera a zonas rurales o marginadas, a donde se presume los doctores nacionales no quieren ir. en Ciudad Madero, sin ser una zona insegura o con baja calidad de vida, ya atiende una familia de cinco especialistas.
Si el personal de salud cubano viene con la capacidad y experiencia para brindar un buen servicio, debe reconocerse, la comunidad lo merece.
