«A partir de mañana cubres Altamira» fue la orden recibida a la vieja usanza por mi jefe inmediato en el Sol de Tampico, empezaba la década de 1990.
A partir de entonces y hasta la fecha me ha tocado conocer a personajes pintorescos de la política local de la tierra de «Cuco» Sánchez, que por cierto nunca tuvo una estrecha relación con la ciudad como se dice.
Desde hace años los grupos políticos a través de cacicazgos han prevalecido, el más conocido: el de Juan Genaro de la Portilla, quien pagó con prisión desafiar al gobernador en turno, Manuel Cavazos
Otro político con las mismas pretensiones es Juvenal Hernández, exlíder campesino en el inicio de su carrera, ahora empresario, busca perpetuarse en el poder a través de su familia, su esposa, Alma Laura Amparán, ya fue presidenta y junto a sus familiares buscan nuevas aventuras políticas.
Mención aparte merece la expresidenta, Delia Calles, quién logró impulsar al municipio a otro nivel, algo altamente reconocido en aquellos años.
De su administración se desprendió un grupo de profesionistas encabezados por Sergio Carrillo, que bajo su administración sentaron las bases de lo que actualmente es Altamira.
La efervescencia política provoca que todos los partidos pierdan el control. Mientras los viejos caciques buscan perpetuarse en el poder ya sea por ellos mismos o a través de familiares o amigos.
El PAN abre el abanico de aspirantes, el PRI nada tiene que hacer, mientras que MC, impulsa a Esteban de la Portilla y en Morena al viejo estilo priísta, están a la espera del «dedazo».
Lo único cierto es que la posibilidad de reelección del actual alcalde, Armando Martínez, se encuentre en riesgo.
Otro aspecto que llama la atención es que las mujeres altamirenses parecen estar vetadas para la política.
Solamente suenan hasta ahora los nombres de Carlos Toral, Víctor Meraz, Marcelo Abundis y Miguel Gómez, entre otros, para buscar una posición, aunque sus posibilidades sean totalmente nulas.
Los partidos del Frente Amplio deben valorar si solamente con recursos económicos se puede ganar una elección o si van a contemplar alternativas en donde la participación de otros grupos políticos marquen la diferencia en beneficio de los altamirenses.
