Este miércoles un juez Federal en Texas ordenó retirar las boyas instaladas sobre el Río Grande en la frontera con México y Estados Unidos.
El juez señala que la barrera de boyas constituye una obstrucción de la capacidad navegable en el Río Grande reprendiendo al gobierno Estatal republicano por no haber solicitado autorizaciones federales para instalar la línea de boyas.
A su vez señala que esta práctica perjudica irreparablemente la seguridad pública, a la navegación y las operaciones de funcionarios en agentes federales en el Río Grande y sus alrededores, indicando que también se le prohíbe a Texas volver a instalar boyas o cualquier tipo de estructura sobre el río.
Durante el juicio el gobierno de Texas defendió la instalación de la línea, acusando a la administración democrática de no defender las frontera Sur ante una invasión de migrantes señalando que se había visto obligados a tomar medidas por su propia cuenta.