Opinión

¿Dónde queda la ciudadanía?

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Una vez consumada una etapa más en el proceso del Frente Amplio por México (FAM), surgen varias inquietudes y preguntas por como se dieron las cosas en los días recientes en torno a un ejercicio que prometía un “desbordamiento social” nunca antes visto.

Tal vez lo más importante es conocer el sentir de la ciudadanía en relación a lo ocurrido, porque lo más atractivo para una sociedad que de pronto fue despertada de su letargo y apatía por la figura de Xóchitl Gálvez, fue precisamente la posibilidad de participar en la competencia por la candidatura a la presidencia de la república, planteada como algo nunca antes visto.

Independientemente de los acuerdos a nivel cupular entre Marko Cortés, del PAN, Alejandro Moreno del PRI, la priista Beatriz Paredes y el blanquiazul Santiago Creel, algo muy común en la política, es necesario ver de manera más amplia las consecuencias que puede acarrear la forma tan abrupta de cómo se dieron las cosas finalmente en torno a la unción de la senadora originaria de Hidalgo.

¿Era necesario terminar así esta etapa?

Desde un inicio las circunstancias comenzaron a darse para que la Señora X fuera permeando en tierra fértil, como un catalizador social convocó en cada ciudad visitada a una amalgama de grupos sociales. Lo anterior provocó la ira del presidente, Andrés Manuel López Obrador, obligado así a enfocar todo el poder oficial para “desinflar” un proyecto ciudadano disruptivo.

Los resultados saltan a la luz.

Lo que esperaban aquellos ajenos al PAN, PRI y PRD no se cristalizó, bajar a Xóchitl Gálvez. También es necesario poner en claro que los mismos dirigentes vieron truncados sus acuerdos y obligados a realinear sus intereses personales, la política es sabia.

La confianza ciudadana es oro puro en estos tiempos tan convulsos, lo deben saber en el Frente Amplio por México, porque después de una declinación más, en este caso de Beatriz Paredes, la duda sobre unas elecciones democrática que finalmente no fueron, puede ser un torpedo a la línea de flotación del proyecto que anhela recuperar México.

“No quiten mérito”, Xóchitl Gálvez

«Seguiremos luchando, somos guerreros», Beatriz Paredes.

¿La ciudadanía qué puede decir?

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