En medio del turbulento y agitado debate por el contenido de los nuevos libros de texto gratuitos que evidencian nuevamente a los colegios de psicólogos en México por su aparente desinterés ante las embestidas de este tipo a la sociedad, las ciudades de Tampico y Mérida se disputan un significativo gallardete: el de la ciudad más segura.
Todo ello en un país en aparente destrucción con una ideología que dista del pensamiento que trajo desarrollo, fortalecimiento de instituciones y democracia; sin embargo, hay esperanza de que más municipios se sumen a esta disputa en la que hoy sólo se enfrascan el alcalde de Tampico Jesús Antonio Nader Nasrallah y su homólogo en Mérida, Renán Becerra Concha.
Aunque a decir verdad, Mérida llevaría ventaja, pues acá en el sur de Tamaulipas, el máximo atractivo es la Playa de Miramar, y más allá de la seguridad que ofrecen los tres niveles de gobierno entrelazados por la calidez política de Chucho Nader, este destino de sol y playa no tiene certeza jurídica, carece de infraestructura hidráulica, a veces ni hay agua en la zona, es más, fácilmente está 20 años atrasada en su desarrollo urbano, y eso, aunque no es culpa de Chucho, es responsabilidad de todos los que hemos aplaudido una certificación mínima de terreno como si fuera ese pequeño fragmento de tierra a mejorar la vida de los sudtamaulipecos.
Es este un momento crucial, principalmente porque la locomotora del sur de la entidad así lo reclama, para que se vea el carácter y la visión del poder gubernamental para catapultar a Miramar a niveles de grandes ligas, con inversión en infraestructura, desarrollo regional y atracción de inversiones que permitan ocupar miles de nuevas plazas en el sector comercio y turismo.
Es esta, insisto, la gran oportunidad que hablaría de la gran visión y el carácter de las autoridades.
Y si no fuera así, mientras a Mérida llegan grandes inversiones, y empresas como Netflix están interesadas en invertir, aquí en la región todavía seguimos discutiendo si la playa es o no de Tampico, y con unos vecinos altamirenses más preocupados por verse guapos y sonrientes en la selfie.
En la intimidad…ayer cumplió 25 años Guillermo Mendoza Cavazos, rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Pero no sólo su cumpleaños fue motivo de celebración, sino que para el rector el sentido de fortalecer los servicios que la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), brinda a la comunidad a través del Hospital Veterinario para Pequeñas Especies, gracias a las áreas especializadas que garantizan el bienestar de las mascotas, es un orgullo universitario.
Además se promueve el trato digno en el cuidado de los animales prestando la mejor atención para su salud, desarrollo físico y calidad de vida.
La institución de salud animal, dependiente de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia «Dr. Norberto Treviño Zapata», cuenta con médicos veterinarios y especialistas, además del apoyo de estudiantes y prestatarios de servicio social, para atender las diferentes áreas, como consulta, hospitalizaciones, intervenciones quirúrgicas, ecografía y rayos X, vacunas, desparasitación, servicios de laboratorio y servicio de estética y baño para perros y gatos.
Por cierto, en esa facultad la UAT tuvo a uno de los mejores catedráticos de su historia, el MVZ Alfonso Zárate Terán (QEPD).
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