El republicano gobernador de Texas, Greg Abbott, está dispuesto a todo con tal de cerrar la frontera de su Estado a los migrantes que pretenden ingresar a los Estados Unidos de manera ilegal a través del Estado de la estrella solitaria.
En consecuencia, el presidente Joe Biden ya se cansó y demandó al texano por la barrera flotante que instaló en el río Grande -llamado de este lado como río Bravo-, al considerar que atenta contra el medio ambiente y el humanismo norteamericano.
Abbott, uno de los pocos gobernantes con una discapacidad física, pues despacha en silla de ruedas, recientemente instaló unas boyas para impedir el paso por el río, pero antes ya había ordenado la construcción de una cerca de alambre de púas y hasta consiguió 4 mil millones de dólares en fondos para reforzar la seguridad fronteriza de Texas como una medida estratégica de seguridad bastante contrastante a la política federal del demócrata Biden.
Y es que Abbott a diferencia de los gobernantes mexicanos, específicamente de los alcaldes fronterizos de Tamaulipas que se achican ante al emperador y su política migratoria, y eso que son ellos los que pagan los platos rotos del desorden latinoamericano, Greg Abbott enfrenta con todo la crisis migratoria que estima para el próximo año tendrá unos 4.7 millones de nuevos migrantes en su país.
El conflicto de Abbott con Biden puede complicarle las cosas al presidente de cara a su intento por reelegirse en noviembre de 2024, si no logra neutralizarlo a través de la denuncia interpuesta mediante el Departamento de Justicia, Abbott va ser el héroe norteamericano y dará fuerza a los republicanos en la campaña, al menos que Biden calme al de Texas y lo haga retirar esa barrera flotante, según exige la demanda.
Visto desde Tamaulipas, una entidad fronteriza mexicana, lo que hace Abbott parece lo correcto, defender su casa del desorden, de la irresponsabilidad al sur de su país, y aunque su postura es dura, enérgica y determinante, qué podemos esperar de un hombre al que la vida no le preguntó si quería pasarla en una silla de ruedas; para Greg Abbott, se trata de resultados desde su perspectiva en seguridad migratoria, de eso se trata ser gobernante. Dar resultados.
En la intimidad… En el municipio de Burgos, Tamaulipas, los padres de familia de la Escuela Primaria Comunitaria ejido Divisadero, están hartos de la corrupción que presumen gobierna a doña Mari Asunción Rivera Martínez, al impedir que se aterrizaran para mejoras de la escuela unos 300 mil pesos, ya que quedaron bajo administración de un comité hecho por la acusada y ahora no hay agua, los baños e infraestructura educativa están al borde del colapso.
Ahora que en Ciudad Victoria se colapsó una techumbre, en Burgos, la construida y ya deteriorada la hizo el esposo de la tesorera del Comité, y quien por cierto forma parte de la lista de “siervos de la nación”, a lo mejor por tratarse del mismo partido político, no se le puede llamar corrupción, ni tráfico de influencias, pero si quieren evitar una desgracia algo debe hacer Protección Civil y/o la Secretaría de Educación en Tamaulipas
El que avisa no traiciona.
Eso si, mientras se afinan este tipo de detalles por parte de EducaTam; estudiantes de escuelas de educación básica, desde preescolar hasta secundaria, incluyendo educación especial de los 43 municipios de Tamaulipas, serán beneficiados con la entrega de útiles y uniformes escolares por instrucciones del gobernador Américo Villarreal Anaya, con el objeto de apoyar la economía de las familias y ratificar su compromiso con la educación.
A través de la Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET) se aplicará el programa con una inversión de más de 320 millones de pesos, para hacer la entrega gratuita de útiles y uniformes para el ciclo escolar 2023-2024.
Con acciones como esta seguro el venidero periodo de clases va ser muy productivo.
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