Ante la formación de una serie de acontecimientos atípicos que amenazaban con generar una tormenta en las costas tamaulipecas, las autoridades estatales activaron el protocolo de contención.
Es así como el pasado fin de semana hizo acto de presencia en la zona sur el Secretario General de Gobierno de Tamaulipas, Héctor Joel Villegas González, cuya consigna principal fue la de bajar la temperatura de las turbulentas aguas que comenzaban a crear una mayor inestabilidad entre las figuras morenistas de Madero, Altamira y Tampico.
Para nadie es un secreto que la relación entre Adrián Oseguera Kernion, presidente de Ciudad Madero y el legislador federal, Erasmo González Robledo, no es la de mejores amigos.
De igual manera la conducta faraónica de Armando Martínez Manríquez, primera autoridad de Altamira no es bien vista más allá de su municipio.
El cónclave morenista que también incluyó al responsable de la Comapa zona conurbada, Francisco González, además de funcionarias y funcionarios del partido en el poder y personajes ajenos a la burocracia estatal, cumplió con su principal propósito.
Con toda la línea el responsable de la política interna del estado logró meter paz y atemperar ánimos y desactivar a corto plazo los golpes bajos, esos que se dan entre los diversos grupos pero que al mismo tiempo niegan de su existencia.
El proceso interno de Morena comienza a generar grietas y resentimientos entre liderazgos nacionales, estatales y regionales, en donde Tamaulipas no es la excepción. Conforme pasen los días quedarán más expuestos.
Como políticas y políticos emanados en su mayoría de las filas priístas, con experiencia en la toma de este tipo de acuerdos, establecieron el compromiso de seguir en unidad operando en esta ocasión en favor del partido que les ha dado cobijo.
Concluido el encuentro Villegas González se presume reportó de manera expedita los pactos asumidos, disipando del horizonte el mal tiempo que acechaba con desestabilizar la armonía morenista.
Misión cumplida, al menos por el momento, las condiciones y el ánimo político es demasiado inestable en estos tiempos.
